Desde el inicio de 2025, el debate sobre el narcotráfico, las drogas y el crimen organizado ha ocupado un lugar destacado en las redes sociales y en los medios de comunicación. Estos temas, que han estado presentes de manera constante durante los últimos años, han adquirido una nueva dimensión a raíz de las tensiones entre México y Estados Unidos, exacerbadas por las políticas adoptadas por la administración estadounidense.

A finales de 2024, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó públicamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con imponer aranceles del 25 % a las exportaciones mexicanas si el gobierno mexicano no tomaba medidas más estrictas para frenar el paso de drogas hacia su país. Esta amenaza se concretó en marzo de 2025, cuando Trump implementó los aranceles a México y Canadá. Sin embargo, tras una conversación con Sheinbaum, decidió suspender temporalmente la medida hasta el 2 de abril.

Sheinbaum, por su parte, reconoció la importancia de una cooperación binacional en la lucha contra el narcotráfico, pero su postura fue objeto de críticas constantes, pues varios sectores de la sociedad mexicana acusaron al gobierno de ser ineficaz en el combate contra el crimen organizado.

A pesar de las medidas que se han tomado, las acciones del gobierno parecían no ser suficientes frente a la magnitud del problema. En este contexto, hace unos días se produjo un hallazgo que reavivó el debate: la localización de tres campos de exterminio en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, del rancho Izaguirre.

Según los informes, estos espacios eran utilizados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para llevar a cabo prácticas relacionadas con el entrenamiento de miembros del cártel, el confinamiento de víctimas y, lo más alarmante, la ejecución de personas. En los campos se encontraron objetos personales como ropa, calzado y mochilas que pertenecían a las víctimas, lo que evidencia la brutalidad de las actividades llevadas a cabo en el lugar.

El hallazgo de estos campos de exterminio reforzó la percepción de que el problema es grave y que requiere una acción más efectiva y coordinada.

Lanza contundente mensaje

Sin embargo, más allá de las críticas al gobierno mexicano, algunas voces han señalado que el problema no solo radica en las políticas gubernamentales, sino también en la cultura que ha crecido en torno al narcotráfico en la sociedad mexicana.

La actriz Laisha Wilkins, en un contundente mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), expresó que para erradicarlo, los mexicanos deben reflexionar sobre sus propios comportamientos.

En su publicación, señaló que la glorificación del crimen organizado en los medios de entretenimiento, como las narcoseries, los narcocorridos y las fiestas relacionadas con el narcotráfico, contribuye a la perpetuación de este fenómeno. Según la famosa, la sociedad mexicana, al consumir este tipo de contenido, está siendo parte de la apología del crimen organizado que tanto daña al país. “Nos quejamos de lo que sucede en el país, pero somos parte de la apología del crimen organizado que nos está exterminando”, escribió.