Hace unos días fallecieron Pablo “Pollito” Jiménez, empresario teatral, y su hijo Pablo Jiménez, integrante de la banda de metal Cerberus. Ambos eran transportados, sobre avenida Reforma, por un conductor que chocó, lo cual provocó el incendio del vehículo, del que no pudieron salir. El conductor habría sido trasladado al hospital con lesiones hospital.

El gremio teatral ha manifestado sus condolencias por la sorpresiva pérdida, entre ellos el productor Alejandro Gou, quien comentó a este medio. “Fue un gran amigo, hijo de don Ramiro Jiménez, “El Pollo”. Él y yo, al ser dos hijos de productores exitosos (mi padre, Enrique Gou), eran amigos, y obvio nosotros desde chicos convivimos mucho y compartimos el amor al teatro, produjimos obras e hicimos muchas giras juntos. Un gran productor, un gran padre pero un mejor amigo”, dijo.

Pablo fue uno de los impulsores del teatro Libanés, y era dueño del Ofelia y del Ramiro Jiménez. El actor y director Rafael Perrín también publicó en sus redes sociales: “Hoy el teatro está de luto. Pablo Jiménez fue amigo de toda la vida…Duele y mucho. Dios sabe lo que hace. Buen viaje a la inmortalidad”.

Morris Gilbert, también productor, comentó sobre la muerte del empresario teatral: “Estoy en estado de ‘shock’, sin lugar a dudas. Es una terrible y muy impresionante noticia, de las que uno no quisiera jamás tener que oír. No me queda más que enviarle mis condolencias de todo corazón a su familia, y que sepan que los acompaño en su dolor profundamente”.

Integrantes de la puesta en escena 12 princesas en pugna también externaron sus condolencias en redes sociales: “Todos los que formamos parte de esta compañía lamentamos el fallecimiento de Pablo Jiménez, quien nos abriera las puertas del teatro Libanés hace más de 10 años. Gracias por creer desde el inicio en nuestro proyecto y aconsejarnos desde tu vasta experiencia. Vuela alto, ‘Pollo’”.

El productor era hijo de Ramiro Jiménez Ramírez, quien estuvo a cargo de más de una decena de recintos en la Ciudad de México, entre estos el teatro Ofelia, que Mario Moreno “Cantinflas” le vendió en 1966. Junto a su padre, el mismo año creó su propio teatro, el Ramiro Jiménez, que se inauguró en junio de 1966.