Karla Sofía Gascón llegó a México en 2009 para interpretar al gitano Branko en la nueva versión de Corazón salvaje, por el cual fue nominada a Actor revelación en los Premios TVyNovelas. Ese fue un momento decisivo en su carrera.
Después vinieron más participaciones importantes, hasta que llegó Nosotros los Nobles de Gary Alazraki, en su momento, la cinta más taquillera en la historia de México. Su papel fue el de Peter Pintado, un malvado poblano con aspiraciones de ser español.
Ella siempre ha estado orgullosa de su país de origen, aunque reconoce en entrevista que nunca encontró el apoyo que recibió en México, ya sea con su identidad pasada o ahora, como Karla Sofía, adoptada desde 2016. “Sí ha habido momentos en mi país en los que no me he sentido valorada como me ha pasado en México”, reconoce.
“Ahora estoy viviendo un cariño y el amor del gremio de actores y actrices, productores y directores que no me esperaba en España. Esperaba un paso normal, pero ha sido total el acogimiento; estoy agradecida con ello”.
Esto sucede en su tercer momento emblemático de toda su carrera, el que vive actualmente tras interpretar a Emilia Pérez en la cinta del mismo nombre, sobre una narcotraficante que quiere dejar de serlo y transicionar a mujer o, como dice Karla, simplemente ser feliz. “Este año ha sido tan espectacular, estoy agotada porque no he parado en ningún momento. Tuve que terminar algunos asuntos de la película, doblaje, luego Cannes... ha sido un sueño”.
Visibilidad sin clichés
En mayo pasado, Karla Sofía Gascón recibió la Palma de Oro a Mejor actriz en el Festival de Cannes, junto con sus compañeras de reparto Selena Gomez, Zoe Saldaña y la mexicana, Adriana Paz. Es la primera mujer de la comunidad trans en recibir la distinción, y varios críticos han apostado a que al menos será nominada al Óscar.
La actriz prefiere tomarlo con mesura, pero valora de entrada que se le dé visibilidad a la comunidad trans, algo que considera será una constante con los años. “No solo es un reconocimiento a mi trabajo como actriz, sino que también es un premio que representa mucho para el colectivo o la minoría que represento. Creo que cualquier paso que se dé en esa dirección es muy importante. Me siento agradecida por las dos cosas, tanto profesionalmente como socialmente”, dice.
“En algunos países, no solo en México, se necesita mucha más apertura y un reflejo real para que la sociedad se alimente de lo que ve en la televisión. Seguimos ocultando las cosas o poniendo en la televisión solamente clichés o cosas que son un chiste de otras personas”, critica Karla Sofía.
“Seguimos haciendo que la sociedad piense que eso es así, que es un chiste o que es algo malo o terrible. Pero si eso empieza a cambiar, la sociedad empezará a pensar de otra manera. El cine se alimenta y todo va unido, pero la televisión tiene una parte muy importante porque la ven muchas personas”.