Leona Vicario es el nombre de la mujer cuyo nombre ha quedado marcado en la historia de la República Mexicana gracias a su contribución en la Guerra de Independencia. El pasado 21 de agosto del 2024, se conmemoró el 182º aniversario luctuoso de la heroína de la patria.
Su nombre completo es María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador. Hija del comerciante español Gaspar Martín Vicario y de la criolla Camila Fernández de San Salvador y Montiel, nació en las tierras de lo que en aquel entonces todavía era Nueva España el 10 de abril de 1789.
Debido a su alta posición social, Vicario fue una de las pocas mujeres de la época que pudo acceder a una educación académica, formándose en Bellas Artes y Ciencias. Se le considera a Leona Vicario como la primera periodista mexicana. Escribió para diarios como El Semanario Patriótico Americano, El Federalista y El Ilustrador Americano.
Su papel en el movimiento
Fue en las publicaciones de El Ilustrador Americano, donde los insurgentes apreciaron su trabajo y se relacionaron con ella. En el momento en que la guerra explotó, Leona contribuyó a la causa al emitir información de lo que ocurría en la capital, además de otorgar bienes materiales para el sustento económico de la lucha.
Luego de contraer matrimonio con Andrés Quintana Roo, fue encarcelada por ser miembro del grupo clandestino Los Guadalupes. Aunque se le ofreció el indulto si abandonaba la causa independentista, ella se negó y dedicó los siguientes años de su vida a huir junto con su esposo. En este lapso, se unió a las tropas de José María Morelos y Pavón.
En 1817 fue nuevamente apresada junto con su hija recién nacida, esta vez aceptó el indulto y regresó a su casa en la capital, donde murió en 1842 a los 53 años de edad. La presencia de Leona en esta importante lucha subraya el papel de la mujer en la historia de México y los antecedentes del periodismo femenil.
Con letras de oro, su nombre está grabado en el Congreso del Estado de Quintana Roo. Además, sus restos, junto con los de su esposo, fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores el 28 de mayo de 1900. Posteriormente, su cuerpo fue llevado a la Columna de la Independencia en el año 1925.