Luego de que se diera a conocer que la colección Levi’s Premium, Original Trucker Jacket, de la empresa Levi’s, elaborada en colaboración con el colectivo Dracco Textil en su línea de pantalones y chaquetas contiene elementos bordados pertenecientes a la cultura mazateca de la comunidad San Felipe, Jalapa de Díaz, en el estado de Oaxaca, sin contar con el mecanismo adecuado para obtener el permiso de dicha comunidad, la Secretaría de Cultura del gobierno de México solicitó a Levi’s y a Draco Textil, una explicación pública.

A través de dos cartas de extrañamiento con fecha, ambas, del 20 de noviembre; una dirigida a la empresa Levi’s México, y otra al colectivo Dracco Textil y dirigida a Pamela Cosio y Zuelem Zarco, la dependencia cultural solicita una explicación con los fundamentos por los que se comercializa y privatiza una propiedad colectiva, haciendo uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado, y cómo su utilización debe retribuir en beneficios a las comunidades creadoras.

En el comunicado de la Secretaría de Cultura se incluyen las imágenes de detalles en un pantalón y una chaqueta de Levi’s, comparados con detalles de dos obras creadas originalmente por Anacleta Juárez Mirada, del Taller Cerro del águila: un lienzo bordado con técnica “Manya” o “maya” cuya elaboración le llevó un mes; y un segundo lienzo con la misma técnica pero con otro diseño, cuyo tiempo de elaboración fue de seis meses.

En las misivas la Secretaría de Cultura hace un llamado a “desarrollar un trabajo respetuoso con las comunidades originarias dentro de un marco ético que no socave la identidad y la economía de los pueblos y apegado siempre a un comercio justo, incluyente y respetuoso que coloque en un plano de igualdad a los creadores indígenas, empresarios y diseñadores”.

En la carta dirigida a Levi’s y firmada por la titular de la Secretaría, Alejandra Frausto, señala que la empresa no está cumpliendo los principios que marca la Ley Federal de Derechos de Autor del Estado de Mexicano, “en tanto que los diseños han sido recortados para ser aplicados a prendas industrializadas; no indican el nombre de las comunidades y no existe retribución alguna hacia los dueños de dichos diseños, que en este caso pertenecen a la comunidad mazateca de Jalapa de Díaz, los cuales se han transmitido de generación en generación y son producto de la creatividad colectiva por lo que forman parte intangible de su patrimonio cultural inmaterial”.

Mientras que en la misiva dirigida al colectivo Dracco Textil, además, se apunta: “Vemos con indignación que no solo han negociado con diseños mazatecos, con diseños otomíes del estado de Hidalgo y textiles del estado de Chiapas, sin tener permiso de las comunidades en cuestión; sino también trabajan bajo el rubro de ‘maquila’, lo cual atenta con la creatividad e individualidad de las creaciones artesanales, cuya virtud es realizar obras únicas e irrepetibles. En ello radica el valor cultural del trabajo artesanal”.

Además de la demanda de explicación pública, en las cartas le explican a la empresa y al colectivo que de acuerdo con la Ley Federal de Derechos de Autor del Estado de Mexicano, la protección de las obras es amplia respecto de su explotación, es decir, “no se pueden utilizar sin la autorización por escrito del pueblo o comunidad titular, mucho menos llevar a cabo la deformación de la misma con el objeto de causar demerito a la obra o perjuicio a la reputación o imagen de la comunidad o pueblo a la que pertenecen”.

Pero además le señalan que en caso de contar con la autorización correspondiente, es obligatorio indicar a la o las comunidades, pueblos o colectivos a quienes pertenece. “Además, se deberá establecer retribución justa y equitativa en beneficio de los titulares de los derechos. Y, finalmente, en caso de efectuar encargo de un trabajo, el pago que se reciba por esa labor es independiente de la retribución que se pacte por el uso y explotación de dicha expresión”, precisa el comunicado emitido por la Secretaría de Cultura federal.

En esa comunicación se señala que el envío de estas cartas forma parte de la política pública que la Secretaría de Cultura del Gobierno de México implementó desde el inicio de esta administración por la defensa del patrimonio cultural de las comunidades originarias, y que se trata de un principio de consideración ética que, local y globalmente, “nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de la discusión pública un tema impostergable: proteger los derechos de los pueblos originarios que históricamente han sido invisibilizados”.

A través de su cuenta de Twitter, Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, afirma: “En la @cultura_mx hacemos un llamado enérgico a @LevisMX y a Draco Textil a trabajar respetuosamente con las comunidades creativas de México, dentro de un marco ético y justo que las reconozca y no atente contra su identidad”.