Es una historia de amor prohibido entre profesor-alumna, y encima con una influencia muy marcada de Shakespeare. Ashlyn, la protagonista de la historia, es una chica que empieza contando su historia desde el funeral de su hermana gemela Gabby. En la sinopsis dice que “la pierde” y muchos pensaron que se refería a que la secuestraban o algo así, pero no. Gabby fallece y Ashlyn siente que la mitad de ella también murió. Su madre no quiere verla, pues al ser gemelas, Ashlyn es la viva imagen de Gabby. Por esa razón decide mudarse a Wisconsin, ciudad donde vive su padre, y terminar allí el instituto. En el trayecto a esta nueva ciudad conoce a Daniel, un músico que tiene una mirada profunda y parece estar igual de roto que ella.
Ellos conectan de una forma real, intensa y asombrosa, pero... ¿resistirá esa conexión al saber que son profesor-alumna?
El primer día de clases, Ashlyn se da cuenta que ese joven músico al que fue a ver a un bar, ese con el que conectó tanto, es nada más y nada menos que su profesor. Tienen claro que cualquier relación entre ellos está prohibida. ¿Pero cómo resistirse?
Es sumamente fácil meterse en la piel de los protagonistas y entender todo lo que están pasando. Empatizar con un personaje no siempre es tarea sencilla. Un punto acertado para la autora es el nivel de cercanía que consigue con sus lectores no todos los autores pueden lograrlo.
Ashlyn como protagonista fascina a los lectores pues es una chica que está totalmente rota. No solo tiene que pasar por la horrible y traumática experiencia de perder a su hermana sino que para colmo su madre decide que es mejor que vaya a vivir con su padre y termine el instituto en otro lugar. Cuando llega a la casa de su padre, se da cuenta que no estarán ellos dos solos. Su padre tiene otra familia. Una mujer que será su madrastra y dos hermanastros. Tiene que lidiar con muchísimos cambios y a su vez, evitar sentir cosas por ese músico que conoció en el tren, que no es ni más ni menos que su profesor. Ni hablar de los personajes secundarios, ya que la autora los retrata muy bien.
Hay capítulos más extensos que otros. Algunos solamente cuentan con unas líneas y cada uno inicia con una frase de Romeo’s Quest, la banda inspirada en Shakespeare de la que Daniel forma parte.
Brittainy C. Cherry Tiene una pluma dulce, con líneas poéticas y como si fuera contándote un cuento de buenas noches.
En resumen, Querido señor Daniels es un libro sobre un amor prohibido pero que va más allá de una pareja. Es sobre dos personas totalmente rotas que se encuentran y se ayudan. Una historia que se queda con el lector para siempre