Anthony Peardew, célebre autor de relatos que se acerca al final de sus días, ha pasado la mitad de su vida coleccionando objetos extraviados, tratando de expiar una promesa rota años atrás. Con el tiempo en su contra, decide legar su casa y todos sus tesoros perdidos a su asistente, Laura, la única persona en quien confía que cumplirá su promesa y reunirá los cientos de cachivaches con sus legítimos dueños. El último deseo de este guardián de objetos perdidos desencadena una serie de encuentros afortunados que dan una segunda oportunidad a todos aquellos que creían haberse extraviado. 

En El guardián de los objetos perdidos se encuentran siguiendo dos tramas paralelas, una principal y una secundaria. Por un lado está Anthony Peardew, un autor popular de relatos, que se está acercando al final de sus días. Se pasó gran parte de su vida adulta recolectando y coleccionando objetos perdidos que la gente iba dejando por ahí, con el fin de expiar una promesa que rompió años atrás.

Consciente de que tiene el tiempo en su contra, decide legar su casa (grande y hermosa) y todos sus tesoros perdidos a Laura, su asistente. Es una joven en la que confía y sabe que ella seguirá con su misión de reunir los distintos objetos con sus antiguos y legítimos dueños.

Cuando Laura empieza a investigar se da cuenta que más que una misión, es una odisea, por lo que recibe ayuda inesperada de Freddy, el jardinero de la casa, y de Sunshine, una chica le ofrece su amistad de forma desinteresada. En la otra línea, cuarenta años antes, se encuentran Eunice y Bomber, un editor y su asistente, que tienen una relación parecida a la de Anthony y Laura.

Anthony sufrió una terrible pérdida cuando era más joven. Su prometida muere el día de su boda y el mismo día, él rompe una promesa que le hizo: conservar para siempre un relicario que ella le había regalado. Es por eso que pasa la mayor parte de sus días coleccionando objetos que la gente pierde. Los etiqueta minuciosamente y lo guarda para algún día reunirlos con sus dueños. El libro está escrito en tercera persona, alternando capítulos entre las dos tramas principales. Con esto no se piensen que es entreverado o está mal narrado, nada más lejos de eso. Los capítulos están perfectamente identificados.