Llega universo de Yani Pecanins a museo

Llega universo de Yani Pecanins a museo“Yani Pecanins. Las cosas sencillas” es el nombre de la exposición. Cortesía

Al no tratarse de una muestra historiográfica, Yani Pecanins. Las cosas sencillas “es una exposición hecha mucho desde los afectos, de la propia historia a través de los objetos, y cómo esos objetos que, a veces coleccionamos o guardamos, tienen una carga afectiva para una misma”, explica la curadora Fernanda Ramos.

La exhibición, que se inaugurará este sábado al mediodía, junto al proyecto “Abrir, o no, un cajón” —que incluye obras de Joan Brossa y cuya curaduría es de Luis A. Orozco— en el Museo de Arte Carrillo Gil, explora cuatro décadas en la obra y el universo de Pecanins con 256 piezas, entre las que se incluyen algunas representativas como Small memories, La habitación de adentro, y la serie “Exilios y los frascos”, parte esencial de su producción.

“Yani producía para exposiciones muchas veces. Entonces, eso es lo que vemos, conjuntos de esas exposiciones, pero sin quererlo hacer por momentos, sino tratando de hacer una configuración más desde cómo es su casa: como ella misma en algunas fotos aparece con los frascos, o con su mesa de trabajo, y está la plancha. La intención un poco era eso, no situarlo solo en esas series, sino expandirlo. Definitivamente hay piezas emblemáticas, pero porque estaban constituidas para ciertas exposiciones que tuvo ella”, abunda Ramos, en alusión, muy probablemente, a la casa de la creadora que fue punto de reunión para artistas e intelectuales.

Uno de los aspectos que más le llaman la atención de la trayectoria de Pecanins son los libros objeto que ella hizo y cómo esto derivó en un ejercicio artístico que ahondó en el poder y la ramificación de la memoria: “Ella lo decía, no son libros para verse, y cuando salta a su arte objeto, son libros, son piezas para leerse. Son piezas que te acercas y lees y tienen fragmentos poéticos que no terminas nunca de ver. Ella salta de estos libros objeto a ser objetos con referencias poéticas”.

En ese proceso fue fundamental su vocación por adquirir chácharas en los mercados y darle un nuevo sentido a los objetos cotidianos, creando obras o instalaciones en los que la metáfora, la imagen poética, la unión de ideas distintas, cifra una reflexión personal sobre el recuerdo, el pasado, la propia historia, el día a día. Ejemplos de ello son las piezas, fotografías, prendas intervenidas, planchas, un mimeógrafo, tacones con agujas incrustadas y un plato de cerámica elegante, quebrado, que le sirvió como lienzo de escritura.

La leyenda “No me olvides”, escrita en sus carpetas de trabajo que se exhiben en la última parte de la muestra, “pensando un poco en la revisión de las carpetas y también en los frascos, es justo una alusión directa a la memoria. A esa memoria pequeña que Yani consideraba importante, y que está en los frascos, en las prendas de ropa y que también ella, entonces, de alguna manera deposita en sus carpetas”.