Adoptar un perro puede parecer una receta para obtener mimos, momentos de juego y un compañero fiel. Sin embargo, un estudio publicado recientemente nos recuerda que tener un cachorro conlleva importantes retos, como pequeños mordiscos, muebles mordidos, interrupciones del sueño y trastornos en los horarios.
Para algunos nuevos adoptantes de perros, un amigo peludo parece generar más estrés del que esperaban. Los expertos aseguran que la preparación es la clave para una relación satisfactoria entre el perro y sus familias. Con ese fin, aquí hay algunos consejos para cualquiera que esté pensando en adquirir un cachorro, especialmente para los dueños primerizos que quizá no sepan qué esperar de estas bolas de energía bulliciosas.
Traer un cachorro a casa por las razones correctas
“La alegría de tener un perro en tu vida es que se trata de un ser muy sociable que te va a responder muy bien, que te va a recibir cuando llegues a casa y que se va a acurrucar contigo cuando estés viendo la televisión”, dice Clive Wynne, científico conductual y director fundador del Canine Science Collaboratory de la Universidad Estatal de Arizona.
En el nuevo estudio, los científicos encuestaron a varios cientos de personas que adquirieron cachorros en el Reino Unido durante la pandemia de covid-19. “Encontramos un gran aumento en el número de personas que tenían un perro por primera vez, que a menudo buscaban un cachorro como estimulante de la salud mental, especialmente para sus familias”, afirma Rowena Packer, profesora titular de comportamiento y bienestar de los animales de compañía en el Royal Veterinary College del Reino Unido, que dirigió el nuevo estudio.
Aunque muchos de los encuestados aseguraron que sus cachorros les hacían felices, un tercio de los principales cuidadores dijeron que la experiencia era más difícil de lo esperado en términos de carga de trabajo y cuidados. Ir al veterinario, comprarle comida y pasearlo lleva tiempo. Incluso un niño de 13 años dijo que “no pensaba que tener un perro fuera tan difícil”.
Los expertos afirman que, dado que no todo el mundo obtiene un beneficio para la salud mental al adquirir un cachorro, no debería ser la razón principal para dar el paso. “Tener un perro puede ser una fuente de alegría, pero cuidar de un cachorro puede resultar más complicado de lo esperado, especialmente para quienes tienen uno por primera vez”, reconoce Katrina Holland, directora de investigación social de Dogs Trust, la mayor organización benéfica dedicada al bienestar de los perros del Reino Unido, en un correo electrónico. “Es importante que las personas sepan que no están solas y se sientan animadas a buscar ayuda desde el principio”.
Antes de adquirir un nuevo cachorro, considera la posibilidad de discutir cómo se repartirán las responsabilidades del cuidado entre los miembros de tu hogar.