Lo que debes saber sobre Fragmentado

Fragmentado es la primera película buena de M. Night Shyamalan en más de 10 años, un regreso triunfal que nos recuerda por qué lo respetábamos tanto en los tiempos de El sexto sentido.

Crítica y público la celebran y gran parte de esa recepción recae en la interpretación de James McAvoy, quien da vida a un hombre cuya mente está dividida en 23 personalidades, un trastorno que en la vida real polariza a la comunidad médica.

Antes se le conocía como trastorno de personalidad múltiple, pero ahora su nombre correcto y completo es trastorno de identidad disociativo (TID). 

Según la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés), el TID consiste en la existencia de dos o más identidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente.

Cada identidad tiene sus propios recuerdos, no está consciente de la o las otras y afecta de manera alternada el comportamiento del individuo.

Lo curioso es que aun cuando pareciera que hay certeza en torno al TID, en realidad no hay consenso y su diagnóstico es polémico, pues un sector de la comunidad médica estima que la comorbilidad (coexistencia de dos o más enfermedades, generalmente relacionadas, en una misma persona) es lo que se presenta en el paciente.

Tampoco hay acuerdo sobre las causas. Unos sugieren que es reacción al trauma, otros que es producido por técnicas psicoterapéuticas inapropiadas y nuevas hipótesis sobre procesamiento de la memoria señalan que el TID debe observarse al igual que al trastorno de estrés postraumático.

Sobre el tratamiento tampoco hay consenso y la efectividad de este siempre versa en la aproximación que el psiquiatra toma con cada caso en particular.

La mente es tan misteriosa que conceptos como el TID posiblemente carezcan de fundamentos reales, y eso haría que toda ficción basada en la multiplicidad de la personalidad sea un total disparate. Pero sea cierto o no, es un supuesto fascinante, complejo y abrumador.