Los días de infortunio en el campo

Los cuentos “Nadie se ha dado cuenta”, “Antonio”, “Tanto le ardía el corazón”, “Faustino”, “Aquí tenemos la tierra” y “Habrá que seguir pegando carteles” conforman la antología Días de infortunio de la escritora colombiana Annie Montenegro.

La autora, quien también es maestra rural, se inspira en temas del campo para contar las historias que sus familiares le narraban y que ahora, con ayuda de un taller de cuento, plasma para hablar de la difícil situación que enfrentan las personas que viven en zonas rurales.

En palabras de la autora, cinco de los cuentos abordan el tema de la violencia campesina entre vecinos, familias o a partir del conflicto armado que tiene que ver con la guerrilla y el militarismo. A estos hay que agregar “Habrá que seguir pegando carteles”, que habla de la violencia que se vive en la ciudad de Cali, Colombia.

La narradora, que ya presentó su libro en Hidalgo en el marco de una feria del libro, en Puebla y en la Galería Rodolfo Disner en Tuxtla, compartió que estos relatos contextualizan situaciones que día a día se viven en el departamento del Cauca, aunque precisó que estas pueden ser las mismas que afectan al campo mexicano, puesto que piensa que los campesinos latinoamericanos tienen los mismos problemas, como abandono por parte de las autoridades, pobreza, lucha por la tenencia de la tierra, entre otros.

Destacó que desde el 2016 es parte de la Red de Escritura Creativa Relata, que auspicia el Ministerio de Cultura de Colombia, ofreciendo talleres para autores, lo que le permitió empezar a contar estas historias que ahora conforman el libro Días de infortunio.

Agregó que la antología salió a la luz en el año 2018 debido a que ganó una beca que brinda la Secretaría de Cultura de Cali, y posteriormente obtuvo una beca de circulación, que le permite dar a conocer su obra en distintos espacios. Los títulos recopilados en su libro son cuentos que ya fueron publicados en antologías nacionales en su natal Colombia, y algunos han merecido premios en certámenes de literatura, como en el caso de “Antonio”, que fue finalista del V Premio Nacional de Cuento, organizado por La Cueva.

Al preguntarle por qué decidió usar el cuento como medio para expresarse, la autora explica que fue por miedo a los otros géneros literarios. “La poesía es para mí muy difícil, por tener que ser muy concisa y tener mucha metáfora. Los cuentos que escribo son cortos, y ser extensa me resulta difícil, por eso no usé la novela, debido a que casi siempre está muy ligada a cuestiones filosóficas y cuestiones de pensamiento profundas que no he querido explorar”, apuntó.