El documental hecho en Oaxaca, Los Guardianes del Maíz (The keepers of corn), es el mejor documental extranjero (Best Foreign Feature Documentary) en el Festival de las Naciones Indígenas Americanas, Red Nation Film Festival, el cual tiene como propósito de romper con la barrera del racismo y el estereotipo que la gente tiene sobre el indio americano. Con este festival se busca un reconocimiento y apertura a las artes, la cultura y la prosperidad económica de los nativos.

Los Guardianes del Maíz, un documental de Gustavo Vázquez-Orozco y Jonathan Barbieri, es un registro habitado por voces que nos cuentan su visión y origen de este cereal mesoamericano, desde la perspectiva de artesanos, cocineros, campesinos, líderes de comunidad, científicos y activistas, el espectador puede conocer lo que el maíz significa no solo en el ámbito de la alimentación, sino también en el cultural y hasta religioso.

“El documental es una defensa por la soberanía alimentaria y la integridad genética, no solo habla de la diversidad y la propiedad colectiva de las semillas autóctonas, sino también de la defensa de un legado cultural duradero y una forma de vida”, comenta Jonathan, el productor del documental dedicado al maíz oaxaqueño.

Por su parte, el cineasta Vázquez-Orozco, comparte que este documental es un esfuerzo de “alianzas entre campesinos de comunidades indígenas que con sus usos y costumbres tradicionales, ofrecen un modelo organizado de mantener las semillas ancestrales de la milpa de origen. Deseamos que este documental inspire a otros campesinos de México y otros países a redefinir un modelo sustentable para la seguridad alimentaria”.

“Ojalá Los Guerreros del Maíz despierte una conciencia para todos los pueblos desde productores a consumidores y nos lleve a participar para forjar un futuro más saludable”, dijo Gustavo Vázquez-Orozco, cineasta independiente.

La producción, filmación y edición del documental tardó tres años en realizarse. “Esto es una reafirmación de hace miles de años, en donde nos damos cuenta que estos dos terrenos (México y Estados Unidos), están pasando por una crisis, y no solos nosotros, sino el mundo entero. Este festival nos abrió los ojos y el corazón, nos dimos cuenta de qué tan profunda e importante es esta cultura”, menciona Barbieri.