El artista plástico Mauricio Vargas, uno de los creadores de la monumental obra 3D que se plasmó en el parque Bicentenario de Tuxtla Gutiérrez hace unos meses, compartió el resultado de su trabajo en Alemania.
Mauricio logró finalizar su creación pese a las inclemencias del tiempo, que hicieron más difícil el proceso. “Y así arrancamos el viaje. Durante el Buntes Pflaster-Das Marktredwitzer Strassenfestival, el clima nos recordó que pintar en la calle es, sobre todo, un acto de adaptación”, comentó.
El chiapaneco relató que tuvo dos días para culminar su obra, pero la lluvia se llevó casi todo lo que pinto en al primera jornada. “Cuando logro avanzar, la pieza sufrió graves daños en un par de ocasiones, pero con apenas cinco horas de ventana seca, terminé esta obra llamada ‘Clown’”, detalló.
Con franqueza, asegura que el resultado pudo haber sido mejor, pero que este encuentro le dejo grandes enseñanzas. “Aprendí que en ocasiones hay que soltar el control y confiar en lo que sucede en el momento. A veces la calle pinta contigo. A veces pinta contra ti y esto es parte del arte urbano”, refirió.
Asimismo, dio gracias a todo el equipo del festival por el espacio que le dieron, así como a los organizadores y a las personas que se acercaron a preguntar, mirar, compartir o simplemente regalar una sonrisa.
Adelantó que su próximo compromiso es en Dinamarca, donde el equipo de Urban Lab MX se reunirá nuevamente para crear una pieza única.
Trayectoria
Mauricio es un artista visual oriundo de Tuxtla Gutiérrez, Chiapa. Él se inspira en el arte popular y la vida cotidiana de la sociedad mexicana, explorando lo humano a través de lo sencillo: gestos, objetos y tradiciones familiares.
Con su trabajo busca conectar lo viejo con lo nuevo. Sus obras se caracterizan por colores vibrantes que invitan al público sentirse parte de estas. El artista prefiere crear piezas claras y entrañables, que comuniquen positividad y cercanía.
Mauricio cree que el arte debe ser accesible para todos, generando empatía y un espacio amable donde cualquiera, sin importar sus conocimientos, se sienta bienvenido.
