Julián Figueroa, el único hijo que tuvo Maribel Guardia, tenía en su alma una tristeza honda que se hizo más fuerte en los últimos momentos de su vida, así lo recuerda su viuda, Imelda Garza Tuñón, quien intercambió con él sus últimas palabras.
A más de dos años del fallecimiento de Julián, ocurrido en casa de su madre Maribel, muchas cosas han cambiado en la familia, entre ellas, la buena relación y la cercanía que había entre la madre del famoso y su esposa, quienes ahora están disgustadas.
Maribel confiesa que sufre al extrañar a su único nieto, y asegura que nunca quiso quitárselo a su madre, al contrario, solo buscó protegerlo mientras Imelda se curaba de las adicciones que tenía, según la costarricense.
La joven, que actualmente forja su camino en la música, detalló en entrevista con Venga la alegría, que Julián no los quiso acompañar al cine porque se sentía con mucha ansiedad, y al otro día era el aniversario luctuoso de su padre Joan Sebastian. “Esto fue un viernes, el sábado él estaba mal, subió al cuarto y dijo que estaba viendo serpientes en todas partes”, recordó Imelda
Los fines de semana, ella dormía en otro cuarto con su hijo porque se desvelaban viendo películas, por lo que Imelda le pidió a Julián que se saliera porque el pequeño José Julián se estaba espantando con lo que contaba su padre.
“Le dije ‘¿sabes qué?, bájate, no estés en el cuarto porque lo estás asustando mucho. Velo, lo estás haciendo llorar, está muy preocupado porque tú eres su papá, eres el fuerte y lo estás asustando”, señaló.
Después, Julián bajó al cuarto de su prima Maribel, le dijo lo mismo de las serpientes y le preguntó por Imelda y su hijo, como si se le hubiera olvidado que los acababa de ver. Luego se fue a dormir a la habitación donde finalmente fue hallado sin vida por la propia Imelda. El mensaje que dedicó a su papá, Joan Sebastian, es triste y desgarrador, tal vez revelador de su sentir en aquel momento.