Luis de Alba, creador de la palabra “naco”

Aunque la vida de Luis de Alba ha estado llena de turbulencias, tanto emocionales como de salud, a sus 71 años sigue siendo un hombre divertido, trabajador y hogareño, pues su familia es su refugio y donde se desahoga de los problemas con amor y tolerancia.

Fue precisamente en su hogar, en Guadalajara, Jalisco, donde, en compañía de su esposa Abigail Alfaro y sus dos hijos menores, Luis Ángel y Alex, abrió su corazón para hablar de él como un hombre común que enfrentó la adicción al alcohol y las drogas, y un artista que ha hecho historia en la comedia mexicana con personajes como “El Pirrurris”, el ratón Crispín y Juan Camaney. Además de ser un reflejo de la sociedad mexicana, su comedia ha hecho reír a lo largo de 60 años.

Luis de Alba estudió relaciones industriales en la Universidad Iberoamericana porque tenía una beca, y ahí nació su personaje de “El Pirrurris”. ”Fue una venganza existencial. Llegué a la Ibero y empecé a escuchar ese tonito de la papa en la boca. Me veían raro, yo era el jodido; me preguntaban, en su tonito fresa, si vivía ‘en Tlatelolco, donde miles de familias viven’. Yo decía ‘¡hijos de su pin…!’, y empecé a verlos con coraje. Ahí decidí 'fusilarles' todas sus frases”, relata el actor.

-¿Qué pasó después con esa convivencia?

Estudié en varias residencias ‘humilla nacos’ de Las Lomas, de mis compañeros, con cuadros de Diego Rivera y pianos de cola. Conviviendo con ellos, entendí que no eran malas personas sino que así nacieron; para ellos la vida era vacaciones en Europa, Aspen, Nueva York, mientras que mis vacaciones eran en Oaxtepec. Pero cuando estudiaban en mi casa, Tlatelolco se llenaba de guaruras. Mi mamá nos servía tortas de frijoles con huevo, que les encantaban.

-¿Cómo surge la palabra “naco”? ¿Viene de “totonaco"?

No. Dicen que es un pueblo de Sonora, pero la palabra la inventé yo; ya hasta está en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, al igual que “chido”.