Durante siglos, la figura de la Malinche ha cargado con un juicio brutal: el de traidora. Desde las aulas hasta los discursos populares, muchas veces su nombre fue sinónimo de rendición a los españoles, de entrega, de vergüenza.
Pero bajo esa lectura, marcada por una mirada patriarcal, se oculta una mujer llena de talentos: la joven políglota, la que supo leer dos mundos, la mediadora capaz de traducir no solo palabras, sino también intenciones, silencios y poder. En resumen: la madre del mestizaje. “Empoderar a una mujer a la que se le llamó traidora es importante para revisar nuestra historia”, considera Karen Fonseca, bailarina de flamenco originaria de León, Guanajuato, quien forma parte del elenco de Malinche, el musical que se estrenará este viernes en el Frontón México, en la capital.
La obra fue creada por Nacho Cano, exintegrante del grupo musical Mecano. Se estrenó en Madrid en 2022 y, durante dos años y medio, acumuló más de 800 funciones y fue vista por más de medio millón de personas.
La propuesta escénica se apoya en el teatro musical, el flamenco, la danza urbana y una escenografía monumental para narrar la vida de Malintzin, desde su nacimiento y entrega como esclava hasta su transformación en figura clave durante la Conquista.
Pero más allá de los hechos conocidos, la obra pone el foco en su complejidad emocional: una mujer dividida entre lenguas, culturas y lealtades, que no solo traduce palabras, sino también silencios, estrategias y tensiones políticas.
En el escenario florece también una relación amorosa con Hernán Cortés que, más allá del componente romántico, simboliza la fusión de dos mundos y el origen del mestizaje de una nueva nación. “El público se va a conmover mucho, se va a reconciliar con esta historia que ya es parte de nosotros, porque todos somos frutos de este mestizaje. También se van a cuestionar, y ojalá sea sin juzgar, porque estaríamos juzgando el trabajo de un artista”, expresa Fonseca. “Me parece muy atractivo que podamos homenajear a dos naciones tan ricas y distintas en su cultura, su danza y su lenguaje. Esta historia va a dar mucho de qué hablar, pero si la vemos desde el amor, podremos reconciliarnos con el mestizaje que permitió que la Malinche negociara entre los dos bandos”, agrega.