Hay algo que a Nina Rubín le sorprende de su mamá, la conductora Andrea Legarreta, cada que está con ella: el tiempo que le dedica a tomar fotos a todo lo que se le ocurra. “Y es una persona que siempre ayuda a todos, ¡hasta a quienes no le caen bien les responde con calidez!”, dice la adolescente.

A escasos centímetros sonríe Andrea, mientras que, a través de la pantalla de su teléfono, mide luz para sacar una instantánea. Las dos acaban de trabajar juntas en la comedia Mamá se fue de viaje, que está en cartelera, recreando en la ficción los roles que tienen en su vida normal.

En la versión mexicana, igual que la original argentina, el hogar se vuelve desastroso con la ausencia de la mujer, con los hijos a cargo del papá (Osvaldo Benavides). “Me encanta esta forma de dar un apapacho a estas amas de casa, quienes siempre están en friega, todo el tiempo ven y hacen todo por la familia”, considera Legarrtea.

Mamá se fue de viaje marca el retorno de Fernando Sariñana a la dirección, tras casi 10 años alejado. “Estaba escribiendo otro guión porque ya llevaba tiempo de no filmar y de pronto me mandaron no el guión sino la película (argentina) porque deseaban hacer un ‘remake’. ¡La idea no me encantaba, pero vi que había una manera de mexicanizarla, de hacer otras cosas y ahí está ya!”, comenta el cineasta.

Comenzó el reclutamiento del talento y Andrea y Nina ganaron el derecho. En el set no había consentimiento de la adulta a la pequeña, se estableció una relación profesional. “No era sentir apapachos sino ver que todo era una gran familia”, recuerda Nina.