“Estoy muy emocionada porque ya puedo decir que me paré en el escenario de ‘Los miserables’”, expresó Marina de Tavira después de haber hecho una pequeña reverencia a la compañía de este musical, que celebró 300 representaciones y más de 300 mil espectadores.

Como una actriz que se ha forjado en el teatro, Marina fue seleccionada por los productores Morris Gilbert y Julieta González para ser madrina de develación de la placa conmemorativa a esta ocasión, pero también le concedieron sin querer un sueño a la nominada al Óscar, ya que aseguró que este musical le cambió la vida y era para ella un privilegio estar ahí.

“Vi esta obra cuando cumplí 15 años, ese fue mi regalo, ir a verla, y me enamoré profundamente. Por años escuchaba el caset de la obra. Sí, dije caset —bromeó—, todas las noches. Este espectáculo ya lo vi dos veces, traje a mi hijo de 10 años y sucedió exactamente lo mismo. Él en Spotify, se sabe las canciones de memoria y ha empezado a leer el libro. Ojalá un día mi hijo lleve a sus hijos y les provoqué los mismo que a mí esa vez”.

Al bajar el telón del Teatro Telcel, el efecto Roma se replicó en ese momento porque el elenco de Los miserables rodeó a Marina de Tavira para manifestarle su admiración y le pidieron que se tomara con ellos una fotografía y en varios teléfonos quedó inmortalizado ese momento, pero lo que ellos no pudieron ver es que ella se siente uno de ellos.

Al momento de salir a escena Marina compartió que está trabajando en la puesta en escena Tragaluz, del británico Sir David Hare, donde trabajará con Rafael Sánchez Navarro, bajo la dirección de Luis de Tavira, con quienes se encuentra en una etapa muy temprana de un montaje, que es la de análisis del texto, pero aseguró que estarán listos para estrenar en mayo.