Martín Caparrós recibe distinción de UdG

El autor argentino Martín Caparrós (al centro) con Mara Nadiezhda Robles (derecha), en representación de la UdeG, y Marco Antonio Núñez Becerra. Cortesía
El autor argentino Martín Caparrós (al centro) con Mara Nadiezhda Robles (derecha), en representación de la UdeG, y Marco Antonio Núñez Becerra. Cortesía

Con la emoción desbordada por este “abrazo hecho de papiros, dorados, cordialidad y sonrisas”, el escritor y periodista argentino Martín Caparrós recibió en el Instituto de México en Madrid el grado de doctor Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en una ceremonia que estaba prevista en la capital tapatía, junto con los otros dos grandes del arte, Joan Manuel Serrat y Leonardo Padura, pero a la que no pudo asistir por los impedimentos para viajar desde que padece esclerosis lateral amiotrófica.

En su discurso rememoró sus “30 o 40 viajes por México”, país que le dio “influencias decisivas”, entre ellas, y de manera muy destacada, su larga y profunda amistad con Carlos Fuentes, a quien descubrió con 12 años al leer La muerte de Artemio Cruz, que le abrió los ojos por primera vez a su propia condición de escritor.

Caparrós (Buenos Aires, 1957) llegó a la sede de la embajada de México en Madrid, donde se ubica el Instituto de México, en silla de ruedas y una sonrisa de oreja a oreja. Ni las dificultades para mover las manos y sujetar sin ayuda el diploma de reconocimiento o para tocar la medalla conmemorativa le impidieron recordar sus peripecias y aprendizajes por México.

“Estoy emocionado con esto porque es como un abrazo hecho de papiros, de dorados y, sobre todo, de cordialidad y de sonrisas. Me gusta y me impresiona, y lo siento no solo como un abrazo de Guadalajara, sino como un abrazo de México en general”, afirmó con la voz quebrada de la emoción.

Cercano a México

Después empezó un discurso que fue como si estuviera contando un cuento de su experiencia vital por nuestro país y de sus grandes referentes, entre ellos, además de Carlos Fuentes, su “gran amigo de la vida” Juan Villoro.

“Me faltó México en mi vida. La primera vez que fui me atrajo; fue en 1980 y fue una llegada difícil, porque empezó en el mercado de comida de Mérida, Yucatán, donde comí algo que no debía comer y por lo cual pasé 10 días comiendo huachinango hervido. Desde entonces he ido… ¡30 o 40 veces!, y he estado en buena parte del país, en ciudades del Atlántico y del Pacífico, en varios puntos de las fronteras sur y norte, y en muchos de los demás estados mexicanos”, externó.

Experienciacon Claudia Sheinbaum

Incluso recordó cuando conoció a la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, cuando era jefa de gobierno de la Ciudad de México. “Me hicieron ir a la casa de gobierno en el Zócalo a las seis de la mañana, y resulta que ella ya estaba reunida con su grupo de seguridad que le estaban dando el parte de todo lo que había pasado el día anterior, entre lo que había crímenes y delitos importantes.

“La escuché un rato largo hablar de cosas duras; recuerdo que después, lo primero que le pregunté fue si era tolerable empezar todos los días de tu vida escuchando hablar de crímenes. Ella se rió y simplemente me dijo que eso era así”, relató. “Alguien me contó hace poco que actualmente sigue empezando su día así, ya no solo de la Ciudad de México, sino de todo el país”.

Caparrós, quien ha escrito crónica, ensayo y novela, y es autor de libros fundamentales de la literatura contemporánea de nuestra lengua, como Hambre o Ñamérica, explicó que cuando dice que le “faltó México” es porque se quedó con ganas de haber vivido un tiempo en la Ciudad de México.