Más fácil hacer chisme que arte
La obra ha generado cientos de comentarios, tanto a favor como en contra.

En días recientes, el mural que muestra a dos parachicos besándose junto a la Pila de Chiapa de Corzo desató una gran polémica que permitió hablar sobre diversos temas, entre estos la homofobia, la apropiación cultural, el poco respeto a los símbolos de una cultura y hasta la poca interpretación artística de los creadores.

Respecto a la controversia, el usuario de Facebook Nose José, quien además es integrante de la comunidad zoque de Tuxtla expresó: “Por qué no hablamos del extraccionismo epistémico de los ‘artistas’ hacia los pueblos originales. Es bien sabido que muchos fotógrafos, pintores, diseñadores, llegan desde su ignorancia a los pueblos a tomar fotos, a hacer cuadros, pésimos en su lectura simbólica, sin investigación, incluso hay quiénes llegan a llenarse los bolsillos de dinero con sus talleres vivenciales donde llegan hasta a gorrear el trago de las casas y las personas”.

Añade que en una ocasión cuestionó a un fotógrafo sobre el simbolismo de la danza y el personaje que retrató, a lo que este respondió con otro cuestionamiento sobre sí había leído la presentación. En ese sentido, aprueba la reacción que tuvieron los habitantes de Chiapa de Corzo al enojarse por retomar los elementos de su danza tradicional. “Por eso el pueblo de Chiapa tiene razón en emputarse, por un discurso vacío y sobre todo superficial, que en pro de una bandera hacen discursos mal estructurados, blindados con una barrera de amor y arte”, considera.

La publicación se ganó la aprobación de varias personas que apuntan que es más fácil hacer chisme que una buena obra de arte. Además, refieren que a la pintura le faltó un discurso más sólido; mientras que otros criticaron la técnica y el trazo empleado por el artista Tesk Tesk.

Cabe resaltar que la polémica se desató debido a que un político y activista llegó el sábado de la semana pasada a intentar borrar el mencionado mural, y por la noche, nuevamente dos personas encapuchadas llegaron a pintar sobre la obra.

En tanto, Rubicel Gómez Nigenda, en su calidad de patrón de los parachicos, crítico la apropiación de los elementos del parachico para llevarlos a otros escenarios lejos de su origen ritual. De igual forma, hizo un llamado al gobierno del estado y a otras organizaciones que utilizan esta danza con fines de promoción turística.