Más que un fotógrafo de bodas

Con un estilo único, este joven de 28 años, nacido en Oaxaca pero con residencia en Tuxtla, Gutierrez, ha logrado maravillar a todos con sus fotografías. Hablamos de Xico Gutiérrez, wedding photographer (fotógrafo de bodas), pero sin duda con capacidad y talento para realizar cualquier estilo de fotos y coberturas.

Con la fortuna de haber encontrado su pasión desde temprana edad, Xico lleva más de 11 años dedicándose a la fotografía, aunque de profesión es arquitecto, nos cuenta un poco de él y de cómo se metió en el mundo de las fotos, el cual ahora es su estilo de vida.

¿Cómo eras de niño?

Considero que desde que era niño he sido una persona muy tranquila, sumamente observador y con mucha inquietud de hacer cosas creativas. Desde pequeño me gustaba la música, la pintura, la fotografía y el cine.

Era y sigo siendo, hasta ahorita, bastante soñador. Crecí rodeado por mis papás, hermanas y amigos que considero familia, eso también me convirtió en alguien que se preocupa mucho por el bienestar y la felicidad de las personas que quiero. Desde pequeño fui bastante emprendedor, hacía cuentos y los ilustraba para después vendérselos a mi abuela, vendía dulces y paletas de hielo a mis hermanas, pintaba cuadros y los vendía cuando tenía 10 años y con el dinero que gané me compré mi primera cámara.

¿De pequeño qué querías ser?

Desde que tenía cinco años soñaba con ser biólogo marino. Cosa que no se parece en nada a lo que hago en la actualidad o la carrera que estudié. Pero me gustaban mucho los animales en general, y pensar que el océano es un mundo por descubrir y que está lleno de peces y animales fascinantes hacía que fuera mi sueño más grande.

¿Qué es para ti la fotografía?

La fotografía se ha convertido en mi vida diaria. Desde el momento en el que me levanto, abro Instagram y veo el trabajo de fotógrafos de todo el mundo, siento emoción de ver lo grandiosa que es nuestra profesión y lo importante que es siempre observar, encontrar la belleza en cualquier pequeño detalle que sucede frente de nuestros ojos.

No hay día que no haga alguna foto, ya sea con mi celular o usando mi cámara, incluso en los días que no tengo trabajo o alguna boda, siempre estoy haciendo fotos de atardeceres, nubes o de mi perro.

¿Siempre tuviste gusto por la fotografía?

Mi gusto desde chico fue por las artes en general. A mi papá siempre le gustó la fotografía y llevaba su cámara a todos nuestros viajes. Mi amor por la foto aumentó cuando iba en secundaria y mis amigos y yo teníamos nuestras primeras cámaras digitales y hacíamos foto de todo. Una vez que entré a la prepa, comencé a hacer foto en mis vacaciones y a hacer pequeños shootings a mis amigas. En eso momento descubrí que era a lo que me quería dedicar.

¿Cómo aprendiste?

Lo más curioso es que mi aprendizaje inicial fue de manera empírica. Lo que me ayudó mucho a formar un estilo y a desarrollar mi pasión fue la inspiración que encontraba en revistas de moda, publicaciones en blogs y videos musicales. Considero que la creatividad y el buen ojo es algo que traes y lo vas puliendo con el tiempo.

Años después tomé cursos y asistí a workshops enfocados más en bodas, donde adquieres conocimientos, experiencia, haces portafolio y sobre todo absorbes cosas de fotógrafos a los que admiras. Generalmente esos cursos están más dedicados a compartir tips y consejos a los fotógrafos de boda, al trabajo y manejo de la pareja a la hora de la sesión, a compartir herramientas de edición, estrategias de marketing y ventas. El último al que acudí fue en noviembre del año pasado en España.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a esto?

Empecé a dedicarme a la foto cuando cumplí 17 años. Actualmente tengo 28, así que son 11 años los que he practicado la fotografía. Pero considero que mi trabajo en bodas y mi carrera en esta industria comenzó hace apenas 6 años; aunque parece una trayectoria larga, es bien cierto que nunca terminas de aprender cosas nuevas y es necesario que siempre te estés capacitando y aprendiendo cosas nuevas.

¿Cuáles fueron los retos a vencer cuando iniciaste?

Creo que el reto más grande siempre ha sido abrirse campo en un mercado peleado. Lograr que tu nombre sea reconocido y también lograr que tu estilo sea reconocido por el público al ver tus fotografías. Es decir, que alguien vea una foto tuya y, sin saber que eres tú la persona que la tomó, logre identificar el trabajo como tuyo.

¿Qué tipo de eventos prefieres cubrir y por qué?

Definitivamente bodas de día, y si estas son en lugares naturales, ¡no hay nada mejor! Todas las bodas tienen su encanto; el hecho de ser parte del día más importante en la vida de una pareja hace mi trabajo bastante emocionante y emotivo. De verdad disfruto mucho poder contar su historia, capturar la esencia y alegría de ese día de la manera más natural posible.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

El poder viajar y conocer gente. ¡Todos los días estoy haciendo lo que me gusta! Así que es muy fácil sentir amor por mi trabajo.

¿Hay algo que te disguste de tu trabajo?

Realmente no existe algo que no me guste de mi trabajo. Si tuviera que mencionar algo que me suele resultar difícil, es probablemente el momento en el que alguna boda coincide con algún evento o fecha importante familiar y tengo que estar ausente. Pero creo que para todo se encuentra momentos y maneras de solucionar situaciones así.

¿Cuál ha sido tu mejor experiencia?

Yo creo que podría escribir un libro de todo lo que me ha pasado en las bodas. Creo que todas están llenas de emociones, de felicidad, de momentos que te hacen vibrar, llorar, reír. Todas las bodas son distintas y todas tienen anécdotas o historias que las hacen especiales. Creo que hasta ahorita algo que podría considerar muy importante en mi carrera ha sido cubrir una boda en el extranjero el año pasado. Fue una boda en San Diego, con un protocolo muy distinto a las bodas en nuestro país.

¿A quién admiras?

Creo que parte primordial del trabajo como fotógrafo de bodas es admirar y reconocer el trabajo de personas que están innovando y creando tendencia alrededor del mundo. Podría decir que mi fotógrafo de bodas favorito es Pablo Beglez, de España. Creo que el ha sido pieza muy importante en mi motivación y formación como fotógrafo. Aparte de admirarlo como profesional, tengo la fortuna de conocer esa parte humana que lo hace tan grande y considerarlo como parte de mi familia.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

¡Vaya que para planes no me hace falta soñar! Pero creo que a corto plazo sería poder mudarme a un lugar cercano a la playa. Cubrir más bodas dentro y fuera de México, continuar teniendo clientes extranjeros y demostrar que el talento en México es infinito, y seguir viajando alrededor del mundo con mi cámara en mano.

¿Cuáles son tus hobbies?

Mis hobbies principales serían pintar, viajar por placer cada que puedo (honestamente creo que lo hago bastante), leer y cocinar, me fascina estar haciendo cosas nuevas y siguiendo recetas que veo en internet.

¿Cuáles consideras que sean las claves de tu éxito?

Constancia, dedicación, esfuerzo, sacrificio y muchas ganas de siempre lograr más. Considero que esos son los factores primordiales para poder lograr buenos resultados y un crecimiento profesional. No hay una fórmula mágica de cómo obtener éxito de la nada o de una manera rápida, pero creo si combinas esas características con muchas otras como buena actitud, empatía con los demás, buena vibra y mucho amor por lo que haces, los pasos que des siempre van a ser grandes y firmes.

¿Qué piensas cuando ves las primeras fotos que hiciste?

Sin duda noto una diferencia bastante grande, pero también me siento orgulloso de haber logrado algo tan grande a mis 17 años. Por supuesto, es trabajo que probablemente no utilice en mis redes sociales o plataformas de venta, pero creo que es un muy buen material para incluir en las pláticas o cursos que me toca impartir a fotógrafos y estudiantes.

¿Recuerdas cuál fue el primer evento que cubriste? ¿Cómo te fue?

Sí, fueron unos XV años. Aún recuerdo que no tenía la menor idea de cómo se hacía una cobertura completa, pero sí creo que los resultados fueron buenos y los clientes quedaron contentos porque ese evento me llevó a tener más trabajo por su recomendación. Tenía 18 años y era la primera vez que me pagaban por hacer una cobertura. Al principio moría de nervios, pero creo que me fue bien.

¿Cómo te defines como persona?

Creo que definirme con ciertas palabras sería complicado, pero a grandes rasgos creo que soy una persona feliz, viviendo una vida sencilla pero llena de momentos felices, rodeado de las personas correctas, con ganas de caminar el mundo y hacer lo que más me gusta.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse a la fotografía?

Nunca, nunca dejes de practicar. ¡Siempre sé fiel a tu estilo! Y trata de encontrar el tipo de foto que te haga feliz. Si son las bodas, fotografía de naturaleza, retrato, foto publicitaria o documental, especialízate en la que más te llene. Ponte metas grandes, rodéate de gente que siempre saque lo mejor de ti. Y nunca sientas que tu trabajo no es lo suficientemente bueno. Si a ti te gusta y te hace feliz hacerlo, ya tienes la mitad del camino ganado.