Me late que sí, serie inspirada en un fraude

Me late que sí, serie inspirada en un fraude

Alberto Guerra está de acuerdo con la frase que dice que todos en este mundo tienen un precio, porque él tiene muy claro cuál es el suyo: su esposa y sus hijos. “Llevado a un límite, porque cada quien tiene los suyos, yo no sé de lo que sería capaz de hacer por mi familia”, asegura el actor.

Y no es que esté pasando por una situación complicada o alguien lo esté tentando con algo ilegal, simplemente explicó la empatía que siente por su personaje en la serie Me late que sí. El título, que se estrena por Netflix, se basa en un hecho real que sucedió en 2012, cuando se realizó un fraude en el sorteo Melate a la vista de todos.

Un personaje común

Alberto da vida a José Luis Conejera, uno de los encargados de la realización del concurso Melate, que siente que la mala suerte lo persigue y que su destino es ver cómo la fortuna sonríe a los demás.

Es así que piensa en un plan que podría resolver todos sus problemas económicos: burlar al sistema y robar el sorteo. A este se unen otros compañeros: Mario y Gilberto (Jaro Medina y Aldo Escalante), Lina (Majo Vargas) y Charly (Luis Alberti), quienes se encargan de la grabación del concurso.

Para Christian Tappan, actor que interpreta al licenciado Tato, el jefe corrupto de José Luis, lo que hace muy atractiva a esta serie es el hecho de ver a personas comunes haciendo algo extraordinario. “Todos parten desde un mismo punto muy humano, que es mejorar sus vidas de alguna manera, con la idea de que el dinero va a cambiarlas”, dice Tappan.

De acuerdo con Guerra, también es un retrato de lo que sucede en la sociedad en la vida real, en el aspecto de que no siempre el qué trabaja más es el que se lleva el reconocimiento o el buen salario. “Es gente que sabe que por más que se partan el lomo todos los días no van a cumplir ese sueño que tienen si se mantienen dentro de la legalidad”, lamenta Guerra.

Aldo Escalante subraya el hecho de que los personajes no pusieran sobre la balanza si ganaban o perdían al realizar este plan, pues lo único que vieron frente a sí era la posibilidad de tener dinero. “No consideraron que a lo mejor iban a sentirse perseguidos toda su vida y perder la paz, o que pusieron en riesgo a su familia. Creo que lo mejor de esta serie es abrir el debate y decir, ‘sí lo harías, pero ¿ya consideraste lo qué va a pasar?’”.

Jerónimo Medina resalta el hecho de que la serie invita a reflexionar sobre lo más valioso de la vida, y si el dinero lo puede dar. “Conejera es un tipo que cree que no tiene suerte cuando en realidad tiene una gran vida, pero es incapaz de verla: tiene una gran familia y sobrevivió a un accidente, pero como no lo ve, por eso pone las cosas en juego, porque no les da el peso real”, expresa Guerra.

Humor latino

Un factor que hace de la trama de Me late que sí algo muy divertido es el humor negro que los personajes le imprimen a situaciones que deberían ser terribles, y eso se debe, según Christian Tappan, a que el latino ve en el humor una forma de sobrellevar el día a día. “Es la capacidad que tenemos de reírnos de las desgracias, creo que sí hay algo que tiene que ver, culturalmente hablando, con ser latino, porque vamos por la vida esperando paz”, destaca Guerra de la narrativa de la serie.