Me pude morir por ser perfecta

Kristal Silva pudo morir en su intento por verse “perfecta”. La conductora de Venga la alegría compartió con Anette Cuburu su experiencia con la bulimia, un desorden alimenticio que le hizo mucho daño cuando no se aceptaba como era. “Era la niña cachetoncita que la pasaba bien”, contó la tamaulipeca al programa Anetteando.

Sus inseguridades comenzaron cuando, recordó, se comía diez tacos de harina, quizá demasiados tomando en cuenta que apenas era una niña.

Cuando tenía ocho años, un comentario de su tío la inquietó. “¿Vas a agarrar más?”, le dijo, lo que causó dudas en ella, y de ahí comenzó a tomarle más atención a su apariencia física, a verse más en el espejo.

“Me prendió un chip malo, el peor en mi vida en tomar la decisión de que todo lo que comía, a vomitar”, recordó y aseguró que no lo vio en la televisión o lo leyó, sino que a ella se le ocurrió.

La llevaron al hospital, ya se le había dormido el brazo derecho, sufrió una hemorragia en la que perdió dos litros de sangre; en ese momento tuvo que confesar su problema con la bulimia. “Me pude morir por ser perfecta”, dijo. A partir de entonces ha compartido su experiencia con jóvenes para que no caigan en lo mismo.