Meghan Markle ya se ha quedado sin la ayuda de su madre para cuidar de su hijo recién nacido, pues Doria Ragland ya regresó a Estados Unidos.

Después de varias semanas de haber estado junto a su hija, en la recta final del embarazo, así como en los primeros días de vida de su nieto Archie, la instructora de yoga decidió regresar a Los Ángeles para reanudar sus actividades.

Se había dicho que Ragland ya estaba realizando su mudanza a Windsor, y establecer su residencia cerca de los duques de Sussex, pero eso no ha sido así, ya que la madre de Meghan ya fue captada en Los Ángeles paseando a sus dos perros.

Se presume que la duquesa recibirá otra visita en estos días, y se trata de su íntima amiga Jessica Mulroney, una conocida estilista que vive y trabaja en Nueva York, con quien Meghan tiene una especial amistad desde hace años. Fue invitada a la boda real y al baby shower que se realizó en Nueva York.

Mulroney fue vista en el aeropuerto acompañada por una de sus hijas, quienes se dirigieron a la sala de abordar de un vuelo que tenía destino a Londres.