Margo Glantz, la escritora, académica, viajera y feminista que en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes recibió el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2022, asegura que le parece muy bien y muy interesante que el premio de un escritor se lo den a tres mujeres escritoras.
“El primer Premio Carlos Fuentes se lo dieron a (Mario) Vargas Llosa, que acababa de recibir el Nobel; se lo dieron a (Eduardo) Lizalde; se lo dieron a Sergio Ramírez; luego se lo dieron a tres mujeres incluyéndome a mí, a Diamela Eltit, que me parece una grandísima escritora”, señala Glantz en entrevista la víspera de recibir el galardón —que está dotado del equivalente en pesos mexicanos a 125 mil dólares americanos— .
En su discurso habló de su cercanía con Carlos Fuentes, de cuando lo conoció y de su amistad, de la lectura de su obra, pero también de su propia obra, en especial El rastro y Saña, de las que se reproducen fragmentos en un cuadernillo que ya está impreso y que han editado la UNAM y la Secretaría de Cultural federal, que son las convocantes del Premio que se entrega el aniversario del nacimiento de Fuentes.
“Carlos y yo somos casi de la misma edad, él nace a finales del 28, yo a principios del 30. Lo conocí cuando regresé de Europa, en 1958, pero estando en París ya había leído La región más transparente, que me pareció un libro importantísimo. Quizás no me di también cuenta, cuando lo leí por primera vez, del cambio que representaba para la literatura mexicana, pero luego cuando reflexioné sobre la onda, y escribí mi libro ‘Onda y escritura’, advertí que el libro de Carlos Fuentes era esencial para entender el cambio del lenguaje y la actitud de muchos de los jóvenes que se dedicaban a la onda”, dice.
La escritora dice en una ceremonia a puerta cerrada, con su familia y amigos cercanos, dice también que Fuentes mantiene una relación con la tradición épica e histórica nacional y que introdujo un tipo de lenguaje a la literatura que antes no existía. La integrante de la Academia Mexicana de la Lengua y profesora emérita de la UNAM asegura que la amistad entre ella y Fuentes estuvo también fincanda en sus obras literarias.
“Reviso algunas de las dedicatorias de sus libros, algunas cosas que he escrito y, sí, él me leía; probablemente yo lo leí más a él porque soy profesora de literatura mexicana; a él le gustó muchísimo un texto que escribí sobre Cambio de piel. Como soy profesora de literatura mexicana del siglo XX, siempre, ineludiblemente le dedicaba tiempo a sus novelas”, señala.
“Fue amigo mío junto con muchos amigos míos muy cercanos, estuve bastante cerca de él cuando con López Cámara, González Pedrero, Luis Villoro y Víctor Flores Olea hicieron ‘El espectador’, un periódico de los años 60, un periódico político, crítico, de la época de López Mateos; luego lo vi en muchos lugares, en viajes, en Nueva York, en las universidades de Cambridge, varias veces en Brown”, recuerda Margo Glantz.