Natalia Téllez tuvo un cambio muy importante en su vida cuando decidió ser madre y tuvo a su hija. La llegada de Emilia la hizo reflexionar sobre la vida, las relaciones y los vínculos además de los estereotipos de belleza con los que debió convivir en gran parte de su adolescencia.

Ha compartido muchas fotos en Instagram sobre esta nueva etapa en su vida y también ha contado cómo afronta la crianza de su hija, a quien tuvo con su actual pareja, el fotógrafo y productos musical Antonio Zabala. Y eso incluye hacer todo lo posible para no trasmitirle esas inseguridades a su hija.

“Pienso en toda la cantidad de horas que he gastado pensando estupideces, porque ‘es que el vestido’, ‘siento que engordé’… Soy niña de los 90, que creció viendo a las más flacas de las flacas y queriendo ser eso, porque eso es lo que veía”, contó Natalia.

“No sé cómo extirpar eso de mi cabeza para no pasárselo a Emilia”, había dicho hace unos días en el programa Netas divinas. Y aseguró que de niña creía que era fea. No es que su madre le dijera que era fea, pero no le dijo que era bonita, aunque le resaltaba otros aspectos. Entonces, ella se llenó de inseguridades. “Porque un día te sientes súper reina, súper diva porque quedó chidísimo el peinado, y los otros 362 días dices ‘¡ay, me veo de la chingada!’”, contó.

“Era tan consciente mi mamá en no decirlo. Todas las mamás decían ‘qué bonita mi bebé’. Y mi mamá me decía ‘ay, Natalia, qué bonito dibujo’... Y yo pensaba ‘estoy culera, hasta mi mamá lo sabe’”, comentó Téllez, y agregó que su mayor inseguridad “siempre ha sido que no tengo mamá y que siento que hay un lado femenino con el que no logro conectar, y ahorita que tengo una hija me está siendo difícil”.