Durante la 14ª edición del Festival de Lectura Infantil de Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos se celebró la primera edición de la Conferencia de Animación de Sharjah (SAC, por sus siglas en inglés), un evento donde los fans conocieron a ídolos como Mamoru Yakota, creador de personajes como Naruto; John Nevarez, que trabajó en Kim Possible y Coco; Sandro Cleuzo, creador de personajes para Las locuras del emperador; Ibrahim Medina, supervisor de efectos especiales en cintas de Marvel; Eduardo Garagorri, creador de Pocoyó, y Takahiro Yoshimatsu, animador y director de ánimes como Dragon Ball-Z.
Los invitados ofrecieron clases magistrales, revisaron portafolios, intercambiaron contactos y dibujaron junto a sus fans en lo que fue una oportunidad única en el primer encuentro de su tipo en la región, donde también se reflexionó sobre el estado actual de esta industria, donde el desdén del mundo del cine y la Inteligencia Artificial (IA) son de sus principales preocupaciones.
Para Pietro Pinetti, director artístico de la SAC y Bergamo Animation Days, festival que se realiza en Italia, la IA sí tendrá un impacto importante y explica que, por ahora, la comunidad de animadores está siguiendo la discusión que ya hay en torno al tema en áreas como la música y el arte.
“La IA podría usarse tanto en la fase inicial del proyecto de animación, que es la de la creatividad y la escritura del guión, así que surgirán problemáticas importantes. Aunque sí creo que nunca sustituirá el abordaje creativo que tienen los animadores. Donde sí creo que va a impactar más sería en el modo de producción de las animaciones. Habrá que ver qué pasa”, señala.
John Nevarez, el ilustrador de ascendencia mexicana, asegura que comparar la animación 2D y la 3D no tiene sentido porque son diferentes, “es como comparar música clásica y música electrónica”, y dice que hay que estar abiertos a las nuevas tecnologías. Sin embargo, su entusiasmo se desvanece al hablar de la Inteligencia Artificial. El especialista en storyboards (guiones rápidos) dice: “No soy fan, aún. No me convence que sea una gran idea, muchos colegas han sido víctimas de cómo la IA ha tomado sus trabajos y se han monetizado. No veo cómo alguien se puede llamar ‘artista’ cuando no lo haces con las manos, no le dedicas tiempo y no enfrentas los retos. Eso hacemos los artistas, lo otro se me hace una tranza para ganar dinero rápido”.
El experto, que trabajó en la cinta Spiderman: into de Spiderverse, reconoce que no tiene claro cómo funciona la IA, pero dice que no ve cómo podría aportar en el quehacer de un animador: “Hace tres o cinco años no necesitábamos la IA’. ¿Acaso Walt Disney necesitó la IA? No”.
Por su parte, Cleuzo, animador brasileño que aprendió de forma autodidacta y dibujante de Kung Fu Panda, dice que no le gusta “para nada” la idea de usar IA para animar. “No entiendo cómo podría cambiar nuestra industria, pero hasta ahora no me gusta lo que he visto. Estoy preocupado y tengo miedo de la IA, no entiendo muchas cosas, pero veamos a dónde nos lleva, aunque parece que para nosotros será un problema”, apunta.
La animación es cine
Este año, tras ganar el Óscar a mejor película animada por Pinocho, el director mexicano Guillermo del Toro declaró: “La animación es cine, no es un género”. Esta frase fue muy aplaudida por el gremio, pues señalan que la industria del cine ha relegado a esta forma de hacer películas como un género inferior para niños.
“La animación solo es otra gran forma de contar historias y no solo es para niños”, afirma Nevarez, y agrega que ahora ya comienzan a surgir estudios de animación para películas con historias adultas. Los animadores reconocen que con la llegada de las películas en animación 3D, al estilo Pixar, la industria denostó el trabajo realizado en segunda dimensión, al menos en Occidente, pues Pinetti asegura que la animación japonesa no se vio afectada y que incluso cobró mayor fuerza.