A sus 44 años, Michel Franco ya es uno de los directores favoritos de Venecia. Con Nuevo orden se hizo con el Gran Premio del Jurado en 2020, y con Sundown también estuvo en la Competencia Oficial de la ciudad de los canales en 2021.
En esta ocasión, la cinta con la que vuelve a rugir por el León de Oro es un viaje hacia las almas rotas de dos personajes interpretados por Jessica Chastain (Sylvia) y Peter Sarsgaard (Saul), quienes intentan construir una relación, mientras uno de ellos enfrenta el trauma y la demencia.
Ambos cargan con pesadas mochilas, uno por el tormento de recuerdos brutales y otro porque los está perdiendo, pero siempre hay un lugar para el encuentro, uno que el mexicano busca en Memory, haciendo de ella la más luminosa de su filmografía. En entrevista con el cineasta en la terraza del Hotel Excélsior en la isla del Lido, Franco explica que nunca se plantea lo que hará con su siguiente filme.
“Escribo lo que en el momento quiero expresar, y de ahí sale mi nuevo proyecto. ‘Sundown’ la escribí en medio de una crisis de mediana edad y en el caso de ‘Memory’ necesitaba explorar las emociones que plantea esta película que sí, es más luminosa y diferente de mis otros filmes. Desglosar mis impulsos es difícil porque nunca pienso en qué temas voy a tocar, sino que escribo a partir de la historia, de los personajes o de la atmósfera”, declaró.
El director destaca que lo que más le interesa abordar con Memory son las almas rotas de la gente, aquellas que no logran adaptarse. Por ello, un gran acierto de la cinta es sin duda la química entre sus dos protagonistas, y la primera en subirse al barco en este viaje fue Jessica Chastain.
“Un día mi agente me dijo que ella había visto Nuevo orden y quería trabajar conmigo. La primera vez que la vi fue por Zoom, me dijo que sí a todo e incluso se ajustó a mis fechas de rodaje. Fue maravilloso trabajar con Jessica, es una actriz con muchas herramientas”, destaca.
Para elegir a su coprotagonista, Franco consultó a Chastain. “En vez de hacer ‘casting’ le pregunté a Jessica con quién le gustaría trabajar y ella me propuso a tres actores. Peter fue al primero que conocí y de inmediato supe que era él, hubo mucha química, nos hemos vuelto muy buenos amigos”, cuenta Franco.
Un director flexible
El cineasta, que tiene dos facetas, la de escritor y productor, dice que demás de escuchar a los actores en el set, lo hace durante su preproducción. “Antes de investigar escribo los guiones; después me documento y hago algunos cambios. Peter hizo mucha investigación por cuenta propia y yo adapté cosas según lo que él encontraba”, contó.
“Por la experiencia que tengo sé que un guion cambia mucho durante el rodaje por el trabajo colectivo, entonces la obsesión por el guion perfecto es algo que no persigo, para mí es una guía, una base para filmar y ya. Soy de la idea de que para hacer películas hay que ser muy flexible”, añade.
La figura de los cuidadores es algo que está muy presente en las historias de Michel y que no falta en Memory. “Rara vez se les da un lugar. El personaje de Tim Roth (‘Chronic’) está pensando en la enfermera que cuidó a mi abuela en sus últimos meses de vida. Y me llamaba mucho la atención: la entrega, los turnos de 24 o 48 horas que pasaba a su lado. Y cuando mi abuela murió, se fue al siguiente paciente a hacer lo mismo. Yo vi cómo quería a mi abuela, cómo le dolía y la entendía. Nunca fue reconocida porque ese era su trabajo y ella tampoco lo buscaba. Cuando vio mi película entendió que ella fue la que la motivó, fue un agradecimiento”, detalla.
Cineasta con estrella
El director recuerda cuando tuvo la oportunidad de llevar su ópera prima, Daniel y Ana (2009), a la Quincena de los realizadores de Cannes. A partir de ahí ha presentado todas sus películas en ese Festival y en Venecia, pues “son la mejor ventana que puede pedir una película independiente. Yo soy el productor de todas ellas y rara vez tienen distribución de antemano, entonces estos espacios son muy importantes para presentarlas al mundo y para empezar a encontrar lugares de exhibición”.
“No entiendo del todo la película hasta que la veo con público, y eso sucede en Cannes y en Venecia. Disfruto mucho cuando empiezo a platicar sobre ella y ver qué efecto tiene”, asegura.