Michelle, a la conquista de Hollywood

Michelle, a la conquista de Hollywood

La realizadora mexicana Michelle Garza Cervera, a quien recordamos por Huesera, ha entrado en las “grandes ligas” de la mano de 20th Century Fox, con la reimaginación de uno de los clásicos del cine de suspenso y horror, La mano que mece la cuna, que tuvo su estreno el pasado 19 de noviembre en Disney Plus. “Siempre he tenido la tendencia de abrazar aventuras que me llevan a otro lugar del mundo, a salir por completo de mi zona de confort y la verdad es que siempre me pregunté cómo se hacía una película de estudio en Hollywood”, asegura Garza Cervera.

Cuando llegó esta oportunidad, la tomó con entusiasmo y con el objetivo de aprender de ello y aunque, afirma, que ha sido retador, comprobó cosas de sí misma y de su trabajo como cineasta que venía maquinando en su subconsciente desde hace tiempo. “Me comprobé que soy capaz, en verdad es maratónico y tiene un costo emocional y físico hacer una película independiente y autoral como lo fue ‘Huesera’, pero es completamente distinto hacer una película dentro de este sistema”, confiesa.

“Lograr atravesar por todos esos mares en un nivel más industrial en donde hay tantos intereses, llevar a cabo todas esas relaciones y salir del otro lado parada y ganando muchas de las batallas, me llena de orgullo, entiendo por qué otros directores pueden darse por vencidos o no lograr completar el proyecto”, declara.

Dinero por encima del arte

Sin embargo, la realizadora mexicana afirma que hacer cine en Hollywood tiene sus complicaciones, principalmente porque es totalmente una industria en donde los intereses comerciales son tanto o más importantes que el filme mismo. “Hay que entender que aquí es una industria en donde hay de verdad tantas estadísticas y números de por medio, se aleja de lo autoral, de poder decir qué es lo que me gusta o lo que quiero decir, porque aquí es un mundo en donde hay muchos otros intereses y metas comerciales, entonces, obviamente hay muchos retos, es un complicado juego de ajedrez”, asegura.

Pero no todo fueron baches en el camino, Garza Cervera también encontró aliados “increíbles” en la meca del cine, personas que ya llevan una trayectoria considerable en las grandes producciones y que añadieron su experiencia y creatividad al proceso. “Ejemplo de esto son mi editora Julie Monroe o la compositora Ariel Marx, hay tantas capas de cada uno de los procesos creativos de la película de las que estoy muy orgullosa y siento que son colaboraciones que espero y creo que van a llevarme a otros lugares y a otros proyectos con nuevas conexiones y con otras puertas”, abunda.

Un reboot a la mexicana

Michelle Garza Cervera terminó aceptando el proyecto de La mano que mece la cuna porque entendió que el estudio estaba dispuesto a cambiar por completo la historia, no querían hacer una calca de la cinta original. “Es una película legendaria que marcó una época, para mí una manera de honrar cualquier película tiene que ver con darle sus propios procesos, tratando de no partir de una comparación”, dice.

El filme maneja, según cuenta la cineasta, matices en la delgada línea de los clásicos arquetipos del bien y el mal, elemento que terminó por convencerla. “El guionista trabajó dos personajes que se contradicen e incluso en un punto se encuentran y las líneas entre antagonismo y protagonismo se van borrando”, refiere. “Incluso el final de la película para mí se acerca algo que yo veo y que creo, que es que no se puede escapar de esta violencia tan fácilmente, no es como que gana el bien y cerramos la página, hay algo ahí que inevitablemente es muy difícil de escapar y que se perpetúa y que es generacional, encuentro ciertas verdades de la vida en el proyecto que me hicieron creer en él”, confesó.