Mindcop

Mindcop es un videojuego del género detectivesco desarrollado por una sola persona, Andre Gareis, creativo alemán, y distribuido por Dear Villagers. Derramando un estilo visual y narrativo proveniente del género noir, Mindcop nos lleva al campamento Merrilyn Crater donde ocurrió el asesinato de una joven que cimbró este paraíso vacacional para hipsters. Mindcop, el protagonista, precedido por la fama y el talento, llega al lugar del siniestro acompañado de Lisa, su segunda al mando, para resolver el crimen y dar con el o los culpables.

Es ahí donde encontramos que el núcleo del juego y los elementos lo vuelven una bocanada de aire fresco para este tipo de propuestas. Tienes 5 días para resolver el caso para no perder y tener que iniciar de nuevo. Cada día tiene siete horas de acción donde puedes explorar cada rincón de Merrilyn Crater, interrogar a los habitantes, buscar pistas, tomar muestras y todo lo que hace un agente de investigación.

A diferencia de otro tipo de juegos enfocados en la narrativa y la interacción con escenarios y NPC, Mindcop brilla con luz propia porque enfatiza la labor de detective. Cada acción consume tiempo, así que no puedes ir por ahí revisando cada objeto de cada cuarto ni platicar con cada persona que se cruce en tu camino. Desde el inicio, debes establecer una línea de investigación y seguirla, pero el detalle es que jamás serás te llevarán de la mano, la planeación y las decisiones deben suceder en tu cerebro.

No es el típico point-and-click

Tienes un asesinato, una lista de personas que tuvieron contacto directo con la chica que ya no existe y, por ende, son sospechosos. Entonces, esos primeros acercamientos deben poner a trabajar tu cerebro para que consideres los motivos que llevaron a tal o cual personaje a cometer el asesinato. Tu intuición, capacidad analítica, destreza y un toque de suerte son la base para que resuelvas el caso.

Mindcop no es benévolo: si operas sin rumbo lo pagarás caro y es posible que te arrepientas de haber desaprovechado uno de esos 5 días hurgando en un edificio de departamentos o en una tienda que no arrojaron pistas comprometedoras. Por si fuera insuficiente, tus acciones tienen consecuencias porque nadie es tan colaborativo cuando se trata de este tipo de delitos; tu figura como agente de investigación impone y eso motiva la mentira o la reserva en las declaraciones.

Claro que también puedes usar tu poder para obligar a las personas a cooperar o incluso sacar órdenes de cateo, pero ¡oh, sorpresa! Si lo haces podrías inhibir a los testigos e incluso provocar que alguien decida jamás platicar contigo. Aunque hay una interfaz similar y muy bien lograda donde se vacía la información que obtienes en cada momento, su concepto me motivó a hacerlo a la antigua para tener a la mano detalles importantes y recordar una que otra pista que me permitieron armar este rompecabezas en busca del verdadero asesino.

¿Quién es el asesino?

Parte del encanto de Mindcop como detective es su habilidad para “surfear” en la mente de las demás personas. Esto añade otra capa que resulta atractiva e interesante, al menos en el inicio. Puede que lo que te dice un testigo no sea del todo convincente o resulte sospechoso, así que será mejor entrar en su mente. Esto detona una secuencia y da paso a un minijuego tipo puzzle donde debes ordenar balas en un cerebro con líneas de 3 para ganar tiempo, todo mientras el protagonista se dirige del punto A hacia el punto B.

Ya superado el puzzle, Mindcop se encuentra con la mente de este personaje y 3 puertas: verdad, mentira, incertidumbre. Cada una presenta situaciones extrañas, por momentos crípticas y hasta carentes de sentido (aparentemente), pero cada una da cuenta de lo que sucede en la mente de los NPC y expone sus emociones y lo que realmente piensan sobre el caso, que no necesariamente coincide con lo que te dijeron.

De nueva cuenta, habrá que poner a trabajar el cerebro para encontrar esa verdad entre tanta neblina y nubarrón. ¿Ese hecho extraño en la puerta de la verdad nos dice algo? ¿Hay culpa, remordimiento, odio? ¿Esas emociones podría experimentarlas un asesino primerizo o será más bien un psicópata que trata de confundir para salirse con la suya?

En busca de respuestas

Desde esta perspectiva, Mindcop es como un rompecabezas enorme donde también hay que considerar lo evidente, lo que está a primera mano y aquello que se esconde en la mente, a fin de tener congruencia con nuestra línea de investigación y comprobar si su lógica corresponde con lo que sucedió en este pequeño pueblo.

La libertad de exploración y acción se agradece, en especial porque este tipo de videojuegos pueden perderse en su propio limbo si descuidan las formas de interacción y el contexto, pues la experiencia puede limitarse, simplemente, a agotar las posibilidades que brindan los cuadros de diálogo sin que impacten en la narrativa.

En Mindcop hay una sensación de responsabilidad con lo que se hace, es decir, con el compromiso del investigador que quiere resolver el caso, de ahí que su diseño y estructura se integren de forma casi perfecta con la narrativa y mantengan al jugador intrigado y con deseo de seguir avanzando. Su faceta de point-and-click no tiene problema, pues el ritmo es rápido, no hay diálogos larguísimos y Mindcop va al grano esperando respuestas concisas sin perder el norte.