Mitch Winehouse, señalado como el culpable

Amy Winehouse saltó a la fama tras el éxito obtenido con su disco Frank (2003). Pese a esto, a partir del 2005 sus problemas personales comenzaron a ganar atención en los medios de comunicación.

Al perecer, sufría depresión y trastornos alimenticios. El gran villano en la historia de la cantante fue su pareja, Blake Fielder-Civil, señalado por la mayoría como el culpable de su adicción a las drogas. De hecho, cuando estaban juntos, llegaron a gastar más de 7 mil euros a la semana en estupefacientes.

Aunque no podemos perder de vista a Mitch Winehouse, el padre de Amy, a quien al parecer, no movió un dedo por salvar a su hija del abismo en el que se encontraba.

De acuerdo con el documental Amy, la chica detrás del nombre, de Asif Kapadia, (2015), Mitch fue un padre ausente. Él se separó de su esposa Janis en 1993.

Al extaxista también se le señaló por aprovecharse del éxito de la artista para lanzar su propia carrera musical en el año 2010. Además, este hombre habría interrumpido abruptamente uno de sus tratamientos de rehabilitación de las drogas. Se sabe que él llegó a la isla caribeña de Santa Lucía, en la que Amy estaba tratando de desintoxicarse, acompañado por un equipo de filmación para rodar el documental Saving Amy.

Fue Mitch, en ese momento, quien decidió que su hija estaba bien, que no necesitaba acudir a rehabilitación, siendo este uno de los motivos que facilitaron el crecimiento de los problemas que ya tenía la cantante.

Además, solía disuadirla de acudir a desintoxicación, con tal de que no cancelara los conciertos que ya tenía agendados.