Molotov celebra sus 30 años

Molotov celebra sus 30 años

En el Palacio de los Deportes ya huele a fin de semana. Desde la salida del metro, los vendedores ambulantes arman su propia pasarela de irreverencia: playeras con la leyenda “Me convierto en marciano”, playeras de los Pumas con la M de Molotov y calcomanías que parecen reliquias de los noventa. La consigna es clara: esta noche se celebra, se grita y se mientan madres con Molotov.

Los primeros acordes de “Amateur” y “Que no te haga bobo Jacobo” hacen temblar el domo de cobre. “Qué bueno que todos estamos reunidos aquí esta noche! Nos hemos congregado no solo para festejar los 30 años de Molotov, también para mandar a chingar a su madre al América”, lanza Micky Huidobro, y el público estalla. No importa si hay cerveza o agua en los vasos: todo vuela por los aires.

Desde “Chinga tu madre” hasta “Parásito”, la banda demuestra por qué su música sigue siendo una válvula de escape para varias generaciones. En el público conviven padres con sus hijos adolescentes, parejas jóvenes, amigos que ahora peinan canas y familias completas que crecieron escuchando la irreverencia de Molotov.

Tito Fuentes reaparece

“Esta rola data del año 95, se llama ‘Pendejo’, dedíquensela a quien quieran”, anuncia Paco Huidobro entre carcajadas. Minutos después, promete “encuerarse” y Jay de la Cueva, invitado de la banda desde hace unos meses, le responde: “¿Con chamarra de cuero o qué?”.

Al final no lo hace, pero la broma da pie a Lagunas mentales. Luego el público no deja de corear “Mi corazón se me para” durante “Rastamandita”. El ambiente dentro del Palacio es una olla de presión. No hay un solo asiento vacío; en la pista apenas se puede mover un brazo, pero eso no impide que la gente salte y grite en cada coro.

“Llega ese penoso momento en que cumples 50 años y se te cuelgan las chichis. Esto se llama ‘changüich a la chichona’. ¡Bienvenidos a este cotorreo!”, bromea Micky, mientras la multitud responde con carcajadas y aplausos.

Uno de los momentos más emotivos llega cuando Micky presenta a Ismael Fuentes de Garay, Tito, quien sube las escaleras del escenario con dificultad. “No puede hablar, pero dice que muchas gracias a todos… y que los quiere un chingo”, anuncia su compañero mientras el público lo ovaciona de pie.

Después, Pato Machete se une a Tito Fuentes para cantar Río, una aparición especial que se siente como un abrazo entre viejos camaradas. El Palacio vibra de nuevo con “Here we Kun” y “DDD”. Los slams se multiplican y el calor se vuelve insoportable.