El cine mexicano está de luto por la pérdida de uno de los productores que en esta década alzó la mano para contar historias surgidas de la vida real, como una biopic que escudriñaba el lado amoroso del revolucionario Pancho Villa, y otra basada en el campeonato mundial de futbol sub-17, que México conquistó en 2005.
Jorge Rubio Salazar, quien estuvo detrás de cintas como Villa, itinerario de una pasión y Campeones, falleció por causas aún no esclarecidas. Fue Socorro Albarrán, actriz y amiga del productor, quien dio a conocer la noticia por medio de Facebook. “Luz en su camino. Triste noticias mi querido Jorge. Un ser amoroso, un caballero, un tipazo”, escribió. “El cine me llevó a conocerte y juntarnos en el set. Gran amigo. Gran persona”, añadió, completando el mensaje con emojis alusivos al cine como una cámara y una claqueta.
Diversos amigos y conocidos del productor se han sumado a las condolencias a su familia en las redes sociales del propio ejecutivo. “Sabemos que volarás muy alto”, dijo Eduardo Terán, prestador de equipo técnico.
Rubio Salazar inició su carrera en el cine nacional siendo ayudante de producción en cintas como El topo, de Alejandro Jodorowsky; La Chamuscada: tierra y libertad, protagonizada por Luis Aguilar y Emilio “El Indio” Fernández. Fue productor de Morir en el Golfo, basada en la novela homónima de Héctor Aguilar Camín, que abordaba la corrupción en las petroleras mexicanas, así como de Cementerio de papel, la cual giró en torno a los desaparecidos en la Guerra Sucia y los documentos guardados en el Archivo General de la Nación.
También incursionó en el cine popular con El día de los albañiles: los maistros del amor y Más allá de la violencia, con Valentín Trujillo, cintas que lograban que la gente interesada diera vuelta a las manzanas de los cines donde se proyectaban, para poder comprar boletos.