Muestran el “rarismo” de Manuel Álvarez

La exposición permanecerá hasta febrero en Espíritu Santo 83, San Francisco, Coyoacán, CDMX. Cortesía
La exposición permanecerá hasta febrero en Espíritu Santo 83, San Francisco, Coyoacán, CDMX. Cortesía

Fotografías inéditas y raras en las que Manuel Álvarez Bravo capturaba “lo que realmente no era” son las protagonistas de la muestra “El rarismo fotográfico”, con la que se celebra el 20 aniversario de la asociación que lleva el nombre del gran fotógrafo mexicano.

En la Casa Manuel Álvarez Bravo (MAB) se presentan 39 imágenes que forman parte del archivo del creador de la lente. Lo que hace especial a esta selección es que son imágenes que, de acuerdo con la investigadora Rosa Casanova, están en un estado que requiere mayor cuidado e implica que ya no pueden salir de préstamo no solo de México, sino ni siquiera del propio archivo, por lo que verlas en exhibición en esta ocasión será una oportunidad única.

Claudia Perulles, investigadora y curadora de Casa MAB, explica que en estas fotografías se pueden ver juegos cubistas, abstractos y corporales que hacía Manuel Álvarez Bravo.

“¿Por qué rarismo? Es porque Álvarez Bravo dice en entrevistas que él proviene de la fotografía de Hugo Brehme, que es costumbrista pictorialista, y que su cambio de paradigma fue al ver la obra cubista de Picasso, y de esto se desarrolla en él el rarismo, las fotos raras”, explica Perulles.

Obras destacadas

Entre estas fotos raras, que todas son impresiones de época, se encuentran una de su serie “Rayos X”, que se mostró por última vez en 1945, fotografías donde lo que hay no es lo que parece como el paisaje Arena y pinitos —que se expuso en el MOMA en 1997—, que aunque parezca una montaña, solo era un montículo de arena de construcción. Y aunque las fotos parecieran encajar en el surrealismo, Perulles señala que Álvarez Bravo “no es un fotógrafo surrealista, él no se admite como surrealista”.

La exposición también respeta el montaje original de Álvarez Bravo, quien llegó a presentar algunas fotos pegadas en folders o hasta cajas de cerillos. El recorrido se complementa con una litografía de Picasso que poseía el fotógrafo para hacer ver la relevancia que tuvo en él este artista español, así como un retrato que le realizó en 1990 Oweena Fogarty, artista que en su momento trabajó como su asistente.

Esta exposición es la primera que, sin contar el sueldo del personal, “se financió completamente con lo que nos ha llegado de las entradas y la tienda”, celebra Aurelia Álvarez Urbajtel, fundadora y directora de la Asociación Manuel Álvarez Bravo.

Para la hija del fotógrafo, los 20 años de la asociación han sido “aventurosos y emocionantes”, pero a la vez “lleno de sustos”, pues conseguir los fondos para mantener la Casa y el archivo continúa siendo una incertidumbre.

Álvarez Urbajtel espera que de “El rarismo fotográfico de Manuel Álvarez Bravo” se pueda trabajar una publicación en el futuro próximo, así como un estudio y libro sobre el Fondo de la Plástica Mexicana, una de las primeras editoriales sobre arte mexicano que también fundó su padre.