Munet, museo de quinta generación

No existe en México un museo de ciencias como el que promete ser el Museo Nacional de Energía y Tecnología (Munet). Tampoco un espacio que brinde el nivel de experiencias de inmersión e interactividad diseñadas para este recinto, que se encuentra en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, donde antes estuvo en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Es un museo “de quinta generación” en el que, por ejemplo, la realidad virtual, será una de las experiencias para los usuarios.

Sin embargo, escasa y, además, confusa ha sido la información sobre el proyecto y su financiación; un museo que presentó como suyo Enrique Peña Nieto y que alguna vez fue descrito como museo de la reforma energética. Lo cierto es que aunque un fideicomiso privado (Fimunet F/744942, constituido en 2013) figura tras el proyecto, el gobierno anterior, a través de Fonadin, le otorgó recursos por 651 millones de pesos. La cifra, por ejemplo, equivale a 5 % del presupuesto de la Secretaría de Cultura en 2018.

Fimunet tiene el usufructo del terreno (propiedad de la CFE) por 20 años (prorrogables a un periodo igual). El compromiso es que sea un museo de ciencias, aunque se rentarán áreas para todo tipo de eventos. La apuesta es que esté concluido en el siguiente trimestre y que, probablemente, abra en diciembre. “Va a marcar un antes y un después en los museos de ciencia en el mundo”, dice el ingeniero Juan Rivas, asesor museográfico.

Un escaso grupo de visitantes ha podido conocer sus áreas y entrar a su exposición temporal Energía, una experiencia de interactividad envolvente con más de 100 proyectores. Tras un recorrido por las áreas construidas y visitar la exposición temporal en la que no se permite hacer fotografías, se conversó con Rivas y Manuel Sánchez Guzmán, jefe de unidad del proyecto. Ambos aceptaron hablar de asuntos técnicos, arquitectónicos y museográficos, mas no del tema de los recursos, salvo por el tope de gastos: “El proyecto se registró, y tiene un monto de mil 323 millones de pesos”, precisa Manuel Sánchez.

“El museo no corresponde a ningún proyecto público o ninguna política pública. El discurso central del museo es que la gente entienda las cadenas de transformación de la energía, los distintos tipos de energía, y cómo en esa transformación de la energía debemos asegurar las necesidades de los que estamos vivos, sin vulnerar, sin limitar, las posibilidades para generaciones futuras”, explica Juan Rivas.

Manuel Sánchez añade: “El museo tiene el fin de motivar a nuestra juventud para que le pierda el miedo a la ciencia; no es arqueológico. Vamos a hablar de lo que hay en México, pero no vamos a satanizar ningún tipo de energía”.

La obra

El Munet tiene un terreno de 55 mil metros cuadrados; el área de construcción será de 8 mil 500 metros, y la de exhibición de alrededor de 4 mil 500 metros cuadrados. La arquitectura del museo —que fue modificada porque primero se había anunciado una inversión de más de 4 mil millones de pesos— es obra de Enrique Norten; fue seleccionado su proyecto entre un grupo de 11 arquitectos invitados.

La construcción se ha dividido en dos fases —así se estipula en el convenio modificatorio—. La primera fase, ya casi concluida, abarca el edificio principal, la museografía permanente y la plaza tecnológica. La segunda fase —que no ha iniciado— incluirá la remodelación y ampliación del edificio de oficinas, talleres, bodegas, jardinería y estacionamiento para autobuses.