Desde hoy sábado, las salas de los museos españoles estarán un poco menos vacías, ya que los principales centros culturales del país empezarán, poco a poco, con cautela y un sinfín de medidas de protección, sus actividades habituales.
Estas, a partir de ahora y hasta nuevo aviso, serán en un formato extraordinario, con un aforo que nunca superará 30 por ciento y con una serie de requisitos para entrar que hace solo unos meses eran impensables, entre ellos, tomar la temperatura corporal a cada visitante, limpiar las suelas de sus zapatos y sus manos, y vigilar en cada momento que en las salas de la pinacoteca no se concentre demasiada gente ni se rompa la distancia de seguridad. Es la cultura en la llamada “nueva normalidad”.
El Museo Nacional del Prado, principal institución cultural de España, reabrirá sus puertas con una exposición titulada “Reencuentro”, la cual consiste en 250 obras de la colección permanente, incluidas algunas de sus piezas más valiosas y admiradas, las cuales se podrán ver en 16 salas, incluso, la galería central y la famosa sala 12, donde se encuentran concentradas algunas de las obras más conocidas de Diego Velázquez.
El resto del museo estará cerrado, entre otros motivos porque las medidas de sanidad impiden que todos los trabajadores acudan a su puesto de trabajo y porque es la mejor forma de mantener bajo vigilancia a los no más de mil 800 visitantes diarios a los que se permitirá entrar. Antes de la pandemia en un día habitual el museo era visitado por entre 8 y 9 mil personas, de las cuales más de 60 por ciento eran turistas.
Cierre inesperado
La vida del Museo del Prado se paró de forma inesperada el pasado 11 de marzo, cuando, primero en Madrid y luego en el resto de España, se empezó a sufrir el rigor de las medidas de confinamiento ante el temor a la pandemia de covid-19.
La pinacoteca dejó de abrir durante casi tres meses, en lo que fue el segundo cierre más prolongado de su historia, solo superado durante los años de la Guerra Civil (1936-1939).
A lo largo de “Reencuentro” se pretende hacer un relato cronológico de la colección de la pinacoteca, pero también un diálogo entre artistas y obras. Por supuesto, están los grandes que han convertido al museo en uno de los más importantes del mundo: Velázquez, Goya, El Greco, Rubens, Tiziano, Goya, Durero, Fra Angelico, Rogier van der Weyden, Zurbarán, Caravaggio, Patinir, Clara Peeters, Brueghel y Tiepolo, entre otros.
Así como obras representativas, entre estas Adán y Eva, de Rubens; El triunfo de la muerte, de Brueghel; El descendimiento, de Weyden; Anunciación, de Fra Angelico; Las meninas, de Velázquez; Saturno devorando a su hijo, de Goya (que además se muestra junto al Saturno de Rubens), y retratos de Tiziano, entre otros.