Algún día, el Museo Nacional de Historia (MNH) Castillo Chapultepec deberá mostrar sus más preciadas reliquias en una magna exposición que podría incluir el pañuelo funerario de Hernán Cortés, las barbas de Maximiliano de Habsburgo, las patillas de Vicente Guerrero, el bastón de Miguel Hidalgo, las espadas de Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, los rifles usados en el fusilamiento de Maximiliano y la camisa de Pancho Villa, entre otros objetos que dan forma a la memoria de México.

Así lo detalla Salvador Rueda Smithers, director del MNH, a dos meses de que el recinto celebre su 80º aniversario, el cual define como una mirada abreviada de la historia. “El museo es una abreviatura del mundo, pero aquí lo ponemos a tu proporción, es decir, para que puedas observar esa abreviatura en tus ojos. Y por eso hay que estar escogiendo aquellas piezas que pueden decir más cosas que otras”. 

La colección del MNH, explica, cuenta con cerca de 106 mil piezas, entre pintura, estampa, grabado, numismática, indumentaria, documentos históricos, tecnología, armas y mobiliario. “De estas, se exponen alrededor de 8 mil y todas las demás están en el depósito, lo cual te habla de que el propósito más importante de un museo no es la exhibición, sino el resguardo, porque es la memoria (de México), y tal como tu memoria, no todo lo usas a diario, y entonces resguardas la memoria en sus distintas etapas y en sus distintas maneras de concebirse”, dice Rueda Smithers.

“Por ejemplo, tenemos muchas banderas y armas, porque esas piezas se adquirieron cuando aún se entendía que los eventos militares eran el motor de la historia. Ahora hemos buscado que haya un crecimiento en la colección de indumentaria, básicamente femenina, porque pensamos que es la vida civil y el papel de la mujer lo que ha hecho, no que sea motor de la historia, sino el fluir de la historia”, detalla.

En el caso de la indumentaria destaca, por ejemplo, el Vestido de la Virreina, prenda del siglo XVII, con un peso de 20 kilos, que fue elaborado en seda, lino y otras telas, y decorado con lentejuelas de plata e hilos entorchados de plata.

El MNH fue fundado el 27 de septiembre de 1944, por Lázaro Cárdenas, quien firmó un decreto en diciembre de 1938 para su conformación. Pero, antes de esto el inmueble fue mansión de recreo en la época virreinal, edificio abandonado, sede del Colegio Militar, palacio de Maximiliano, observatorio astronómico, residencia veraniega y oficinas gubernamentales.

Pero desde el punto de vista formal, el museo nació cuando Cárdenas firmó el decreto en diciembre de 1938, pero no fue sino hasta 1944 cuando abrió sus puertas.

Festejarán con obras selectas

Como parte de la celebración del 80º aniversario, adelanta Rueda Smithers, el MNH publicará un libro conmemorativo con las 80 piezas destacadas de su colección.

Además, realizará un ciclo de conferencias, que iniciará el 31 de agosto, con la charla “El bautizo de Ixtlilxochitl de Texcoco”, con el propio Rueda Smithers y Jaime Cuadriello; continuará el 7 de septiembre con “Sor Juana Inés de la Cruz y la vida conventual novohispana”, de Héctor Zagal, y el 21 de septiembre, “El único mural del Dr. Atl y piezas selectas de la colección MNH”, con Juan Manuel Blanco y Thalía Montes Recinas.

Seguirá el 28 de septiembre con “Los retratos del Museo Nacional de Historia: un tesoro documental y pictórico”, de Tomás Pérez Vejo, y el 5 de octubre con “Plumaria del México Antiguo y las colecciones del Museo Nacional de Historia”, a cargo de María Olvido Moreno Guzmán.

A esto se sumarán conciertos, charlas sobre la restauración en el recinto y de otras piezas destacadas, y el montaje de la obra Carlota inquebrantable, con Estela Barona, el 20 de septiembre.