La investigación conocida como Papeles de Pandora reveló que el comerciante de arte inglés Douglas Latchford (1931-2020), quien murió antes de su juicio por tráfico de tesoros antiguos del patrimonio de Camboya, creó junto con su familia dos fideicomisos en paraísos fiscales para ocultar piezas saqueadas, así como el dinero ilícito producto de sus negocios.

Asimismo, involucra a museos como el Metropolitano de Nueva York y el Británico de Londres, los cuales tienen entre sus colecciones piezas que les vendió Latchford, aseguran los expertos que han rastreado el tema. Llama la atención que en las fichas de algunas de estas obras —que son públicas en las páginas de internet de esos recintos—, se indica que los objetos fueron “un regalo” o una “donación” del traficante.

De acuerdo con los datos recabados por Malia Politzer, Peter Whoriskey, Delphine Reuter y Spencer Woodman, integrantes de un equipo de 600 profesionales del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), cuando el gobierno de Estados Unidos acusó a Latchford en 2019, “parecía por fin que cientos de artículos robados que había comercializado podrían ser identificados y devueltos: los fiscales exigieron la confiscación de ‘todas y cada una de las propiedades’ derivadas de su comercio ilícito durante cuatro décadas. Pero Latchford, de 88 años, falleció antes del juicio, dejando sin resolver una pregunta tentadora: ¿qué pasó con el dinero y los tesoros saqueados?”.

Los Papeles de Pandora delatan que existen compañías y fideicomisos offshore secretos que Latchford y su familia controlaban. “Tres meses después de que los investigadores estadunidenses comenzaran a vincular al mercader con los artefactos saqueados, él y sus parientes establecieron el primero de dos fideicomisos, que lleva nombres de dioses hindúes, Skanda y Siva, en la isla de Jersey, un refugio secreto en las Islas del Canal entre Inglaterra y Francia. El Skanda Trust tenía la colección de antigüedades de Latchford; entre sus tesoros se encontraban bronces de Buda, Lokeshvara y otras figuras religiosas. Una de las reliquias era un Buda Naga saqueado, valorado en 1.5 millones de dólares. Los activos de Latchford en Skanda Trust fueron luego transferidos a Siva Trust.

Los periodistas que revisan los casi 12 millones de documentos provenientes de 14 empresas “fantasmas”, en lo que es la mayor filtración financiera en la historia, señalan que la divulgación de esos registros confidenciales ha propiciado una extensa búsqueda internacional de antigüedades vinculadas a Latchford, y “esto lleva a un examen más amplio del comercio mundial de arte, un ámbito en el que las compañías ‘fantasmas’ y los fideicomisos ocultan el contrabando, y algunas instituciones famosas y coleccionistas privados compran artículos de origen turbio”.

Las pesquisas documentan “que si bien algunos museos han devuelto varias piezas vinculadas a Latchford en años recientes, al menos 27 de esos artículos permanecen en colecciones destacadas”. El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York posee al menos 12 reliquias que alguna vez pertenecieron o fueron negociadas por Latchford, y otra que parece coincidir con una pieza descrita en su acusación. Otros 15 forman parte de las colecciones del Museo Británico de Londres, la Galería Nacional de Australia, el Museo de Arte de Denver y el Museo de Arte de Cleveland.