Cuando la productora Ana Mancera le contó que iba a adquirir los derechos de la obra Oleanna, del dramaturgo y ensayista David Mamet, Naian Norvind le dijo en broma que le gustaría dirigirla, sin imaginarse que una semana después ese juego se convertiría en una experiencia importante en su carrera artística.
“Me entusiasmó mucho la idea de trabajar con mi amiga, porque para mí no hay mayor gozo que crear con personas queridas. No es algo que yo hubiera pensado en querer explorar, pero me cuesta trabajo no aprovechar una oportunidad cuando se presenta”, aseguró en entrevista.
En la obra el originario de Chicago, David Mamet, buscó experimentar llevando a dos personajes al extremo de una situación. “Creo que a todos los niveles nos podemos identificar, por ejemplo con esta incapacidad que tienen los personajes por comunicarse, a pesar de que es lo que más quieren, no logran entenderse y cuando casi lo logran pasan cosas que no permiten esa conexión, en esta obra se refleja la condición del diálogo humano”, describe Naian.
Como actriz, la hija de Nailea Norvind ha participado en producciones cinematográficas como Nuevo orden, Leona y en la serie Gotham, pero el reto de dirigir la obligó a llevar sus habilidades al extremo y darse cuenta de hasta dónde puede llegar su capacidad. “Si yo me hubiera seguido por mi inercia, hubiera dejado por la paz muchas cosas, y creo que me esforcé por no contentarme, por mantenerme sensible en el proceso para saber que todavía había que afinar esto, o apretar, o pensar en la obra todo el día, son procesos envolventes”, cuenta la actriz.
A partir de esta experiencia la joven sabe de la importancia de conectar con los proyectos que elige, aunque muchas veces los artistas no están en disposición de escogerlos, pero sabe que es necesario para llevarlos al máximo.
La obra puede encontrarse en el Teatro Lucerna los lunes y martes hasta el 26 de diciembre, protagonizada por Mónica Dionne y Ana Mancera.