Yolanda Saldívar, responsable del asesinato de Selena Quintanilla, no obtuvo la libertad condicional luego de tres décadas tras las rejas por disparar a la joven cantante en un motel de Texas en 1995, anunciaron este las autoridades.
Yolanda Saldívar cumple una sentencia de cadena perpetua en la unidad penitenciaria Patrick L. O’Daniel en Gatesville, Texas. Un panel de tres miembros de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas votó para no liberarla. Sin embargo, se revisará su caso nuevamente para determinar si puede obtener la libertad condicional en 2030. La cantante Selena Quintanilla fue una de las primeras mexicoestadounidenses en alcanzar la fama mundial y estaba a punto de incursionar en el mercado pop en inglés cuando fue asesinada.
¿Cómo fue el asesinato?
Yolanda Saldívar fundó el club de fans de Selena Quintanilla y había sido la gerente de las boutiques de ropa de la cantante, Selena Etc., hasta que fue despedida a principios de marzo de 1995 después de que se descubriera que faltaba dinero.
Selena murió a los 23 años cuando le dispararon por la espalda con un revólver calibre 38 en un motel Days Inn en Corpus Christi el 31 de marzo de 1995. La intérprete de “Como la flor”’pudo correr hasta el vestíbulo, pero ahí se desplomó, ella falleció en el hospital luego de ser trasladada de emergencia.
Empleados del motel testificaron que Selena nombró a “Yolanda” en la “habitación 158” como su atacante. “No quise hacerlo. No quise matar a nadie”, dijo Saldívar mientras era detenida.
En 2016, Saldívar, asesina de Selena, dijo que estaba en custodia protectora, es decir, alejada de otros reclusos, porque los funcionarios de la prisión estaban preocupados por su seguridad debido a la naturaleza “de alto perfil” de su caso, además presentó apelaciones contra su condena, pero fueron rechazadas.
Yolanda Saldívar testificó en su juicio que había tenido la intención de suicidarse durante la confrontación con Selena, pero que el arma se disparó accidentalmente. El 23 de octubre de 1995, un jurado en Houston la condenó por el delito de asesinato en primer grado y recibió una sentencia de cadena perpetua y la posibilidad de presentar una solicitud de libertad condicional luego de 3 décadas de reclusión.
Mientras estaba en prisión, obtuvo su título de asistente legal y un grado asociado en justicia penal. Ha presentado quejas donde alega maltrato del sistema penitenciario de Texas en su contra y de otros reclusos.