Mario Vargas Llosa nunca quiso aceptar que una de sus obras más populares, Travesuras de la niña mala, estaba inspirada en una mujer de la que el autor se enamoró.

El escritor ganador del premio Nobel de Literatura en 2010 definió así a su obra, publicada cuatro años antes de obtener la distinción: “Es una historia en gran parte fantasmeada e inventada, pero a partir de ciertos modelos vivos”.

La trama sigue a Ricardo Somocurcio, un joven peruano que se enamora de Lili, “La Chilenita”, quien le rompe el corazón al desaparecer repentinamente. Tiempo después, él descubre que ella siempre mintió sobre su identidad. Locamente enamorado, pese al engaño, decide buscarla por varios países mientras trabaja como traductor de la Unesco.

Toda esta aventura ha sido materializada en un proyecto audiovisual encabezado por, director de la serie homónima que llega el 8 de diciembre por Vix Plus. El realizador, que estuvo al frente de uno de los proyectos de streaming más exitosos, La Casa de Papel, reconoce en entrevista que existen varias lecturas a esta obra de Vargas Llosa: la propia que desemboca en el amor y la que tiene un carácter social y político que atraviesa la historia.

“Los años 60 eran una época muy convulsa y, desde luego, nosotros no eludimos los temas que toca Vargas Llosa, por ejemplo los personajes vienen de participar en un movimiento revolucionario peruano, están en París en plena eclosión de mayo de 68, viene la revolución ‘hippie’ y todo eso está plasmado”, asegura Bazzano.

Respecto a su postura política, el peruano ha dejado claro un cambio que arreció con los años, de ser simpatizante de la Revolución cubana; por ejemplo, a simpatizar con Ronald Reagan, Margaret Thatcher o José María Aznar. Bazzano considera que la versión que da de Travesuras de la niña mala podría estar incluso alejada de la postura política del autor peruano, en especial porque el escritor no participó en ninguna parte del proceso de guión, lo cual le dio libertad creativa.

Uno de los elementos que podrían distinguirse de la obra original es la manera en la que se decidió acentuar el enfoque femenino, siendo una novela enfocada en el punto de vista del protagonista, asegura la actriz argentina Macarena Achaga, quien dará vida a la llamada “niña mala”.

“La posición de la mujer ha ido evolucionando, pero todavía nos falta mucho por hacer. Este personaje de alguna manera es mi granito de arena para apuntar a problemas que todavía estamos viviendo”, señala Achaga en entrevista.

“Una de las escenas que nos tocó grabar en Londres es una marcha feminista, y es curioso que sigamos peleando por los mismos derechos. Han pasado tantos años y tantas negociaciones, y sin embargo tenemos la misma pelea de si puedo elegir sobre mi cuerpo, de cuándo quiero ser madre o no, o cómo me quiero ver”, completa.