Nine perfect strangers

Aunque, en un primer momento, todo parece ser idílico, los protagonistas pronto comprobarán que los métodos que utilizan en la casa de reposo no son, ni remotamente, como esperaban. Drogas en las bebidas sin su consentimientos o dolorosas terapias catárticas son solo algunos de los paliativos que aplican Masha y sus “secuaces” y que hacen al grupo replantearse su permanencia en el establecimiento. Sin embargo, la directora ejerce una magnética atracción sobre ellos que les obliga a permanecer dentro al más puro estilo de El ángel exterminador de Buñuel.

La serie tiene todos los ingredientes para enganchar desde el primer capítulo. Es cierto que, a veces, el uso de los cliffhanger para mantener pegado al espectador resulta abusivo pero, en general, la trama transcurre a un ritmo lo suficientemente equilibrado como para no agotar. Y para ello los guionistas se apoyan en una fórmula que suele ser éxito asegurado: dosificar con mucho tino las tramas personales de los protagonistas con, más o menos inesperados, giros de suspense. En cada episodio vamos conociendo un poco más la vida de los huéspedes antes de llegar, al tiempo que se descubre que algo no va bien en tan apacible lugar. Una técnica narrativa que cobra más fuerza gracias a la hipnótica atmósfera creada por Yves Bélanger.

Un reparto a medida

Pero, además de los guiones, la clave del éxito descansa en el solvente reparto. Melissa McCarthy, Tiffany Boone, Bobby Cannavale, Luke Evans, Michael Shannon, Regina Hall, Manny Jacinto, Melvin Gregg, Samara Weaving y Asher Keddie encarnan al inquietante grupo de visitantes y trabajadores, que no muestran todas sus cartas desde el principio. Todos personajes ambiguos que despistan e invitan al espectador a colocarse a favor o en contra (aunque a veces de manera un poco tramposa), incluso en un mismo capítulo. Y todos capitaneados por una Nicole Kidman que, aunque no ofrece su mejor trabajo y cae en algunos clichés, sí consigue engranar con el tono general de la serie.

El negocio del bienestar

Nine perfect strangers traspasa, en el buen sentido, las reglas del género para proponer una ambiciosa reflexión sobre los valores que rigen nuestra sociedad. Quizá demasiado ambiciosa al querer abarcar más propuestas de las que cabrían en una serie de televisión. Pone en tela de juicio el verdadero objetivo de las terapias new age tan de moda en los últimos años; invita a darle una vuelta a la opinión preestablecida sobre el uso de las drogas, en su vertiente recreativa y terapéutica; abre el debate sobre la fortaleza de las relaciones y la necesidad (¿impuesta?) de la fidelidad; y analiza la dependencia de las redes sociales y las consecuencias al prescindir de ellas.

Enseñanzas que nos deja

Transmite varias enseñanzas sobre la vida, la sanación personal y las relaciones interpersonales. A través de las experiencias de los nueve personajes que se reúnen en un exclusivo centro de bienestar, se pueden extraer importantes lecciones.

La importancia de la sanación emocional

La serie muestra que, aunque a veces buscamos soluciones rápidas y superficiales a nuestros problemas, la verdadera sanación requiere un proceso profundo y, a menudo, doloroso. La importancia de confrontar nuestras heridas emocionales y enfrentarlas de manera valiente se destaca en los personajes a lo largo de la trama.

El impacto de las relaciones humanas

Se observa cómo las interacciones entre los personajes afectan profundamente su proceso de curación. Ya sea a través de la amistad, el apoyo mutuo o los conflictos, la serie enfatiza cómo nuestras relaciones pueden ser una fuente de crecimiento, pero también de dolor.

Aceptar el dolor como parte del proceso

Muchos de los personajes intentan escapar de su dolor, ya sea mediante adicciones, evasión o superficialidad. La serie nos recuerda que el dolor es una parte inevitable de la vida y que, en lugar de huir de él, es necesario enfrentarlo y aprender a vivir con él para poder sanar y seguir adelante.

La búsqueda del equilibrio interior

Los personajes llegan al centro de bienestar buscando soluciones externas a sus problemas internos, pero pronto descubren que el verdadero equilibrio no se encuentra en métodos rápidos o en la perfección, sino en el trabajo interior constante y el autoconocimiento.

El peligro de la sobreexposición al consumo de bienestar

También se cuestiona el auge de los centros de bienestar y las terapias alternativas. Aunque ofrecen soluciones aparentemente fáciles, la serie invita a reflexionar sobre el marketing del bienestar y cómo no siempre lo que parece ser la respuesta a nuestros problemas resulta serlo en realidad.

La resiliencia frente a la adversidad

Muchos personajes enfrentan situaciones difíciles o traumas del pasado, y la trama pone de manifiesto la importancia de la resiliencia, la capacidad de seguir adelante a pesar de las dificultades y la adversidad.

El valor de ser auténtico

Varios personajes, al principio, se muestran como versiones de sí mismos que creen que deben ser aceptadas por los demás. Sin embargo, la serie nos enseña que la verdadera libertad y bienestar solo llegan cuando dejamos de ser lo que los demás esperan y comenzamos a ser auténticos con nosotros mismos.