Fernando Gamboa, pareja de Imelda Garza, habla de la relación que sostiene con la joven, misma que esta pensando en finalizar. El empresario asegura que le dio alrededor de 200 mil pesos, en regalos, atenciones y también préstamos.

En entrevista con Javier Ceriani, el también dueño de una empresa de decoración de interiores, se sinceró acerca del vínculo amoroso que lo une a Imelda, aclarando que su noviazgo comenzó en junio del año pasado y no tres meses después del fallecimiento de Julián Figueroa, como se ha dicho recientemente.

Reconoció que sostuvo una amistad con Julián, a quien conoció en el jardín de niños y con también estudió durante toda la educación básica, sin embargo, dejaron de frecuentarse cuando Fernando se mudó al extranjero para estudiar la secundaria: las únicas ocasiones que se volvieron a ver fue cuando él volvía la Ciudad de México para visitar a sus antiguas amistades.

Gamboa contó que fue Sergio, el amigo de Imelda, quien los presentó y, si bien, estaba consciente de que había sido pareja de Julián, el hijo de Maribel Guardia y él dejaron de ser amigos en 2013, el mismo año en que la joven comenzó a salir con Juliancito, porque sus caminos siguieron rutas distintas.

El empresario expresó que solía invitar a Imelda a comer a restaurantes, una de sus grandes pasiones, sin embargo, confió que la joven nunca le habló de los problemas familiares que atravesaba con Maribel, a la que describió como una mujer íntegra, a la que conoció desde que era muy niño, pues además de estudiar con Julián, vivían en casas contiguas. “Maribel es una persona que ha sido muy buena, muy muy educada, a mí eso me consta, eso nadie me lo platica, llegó a ir a mi casa porque yo vivía, dicen que fue una mala madre, aquí yo abiertamente te digo, y en público, Maribel ha sido una mujer de primera, fue muy buena madre, quiero que la gente deje de atacar”, expresó.

Durante su relación con Imelda, reconoció Fernando, solían salir de fiesta, aunque negó rotundamente compartir el supuesto gusto por las drogas de la joven, a quien afirma que nunca vio ingerir ninguna de las sustancias de las que se asegura que es dependiente. “Sí llegamos de salir de fiesta, obviamente, no somos blancas palomitas. Íbamos mucho al boliche de Artz. Yo casi no tomó alcohol, estoy enfocado en mi trabajo, salgo quizá una vez a la semana o cada quince días. Yo soy abierto, no me gusta juzgar a nadie; si alguien se mete algo, no me meto, yo puedo tratar gente de todo tipo, no consumo. Sí sé qué es (la droga), pero yo no consumo eso, la verdad, e (Imelda) en mi cara no lo ha hecho, no sé en su casa”, precisó.