Las cosas no pintan bien en la vida de Daenerys (Emilia Clarke) y compañía en mundo de Game of Thrones, pero si los Lannisters no hubieran hecho de las suyas, los fans no hubieran sido testigos de la épica “venganza” de Olenna Tyrell (Diana Rigg) contra Jaime (Nikolak Coster-Waldau).
En los últimos minutos del capítulo 3, “The Queen’s Justice,” los Lannisters invadieron Highgarden y fue Jaime quien le informó a Olenna que su tiempo en este mundo y en Westeros se terminó, pero Olenna no se iba a ir de este mundo sin soltar una pequeña bomba.
Jaime convenció a Cersei (Lena Headey) de matar a Olenna con un veneno que no le causara dolor, en una respuesta irónica y para nada con gratitud, la matriarca de los Tyrell le reveló a Jaime que fue ella, y no Tyrion (Peter Dinklage), quien envenenó a su hijo y rey Joffrey (Jack Gleeson) en la boda.
“Me molesta morir de la misma manera que tu hijo. Sentir la pócima por mi cuello, la espuma y la bilis saliéndose por mi boca, los ojos rojos y la piel morada. Ha de haber sido horrible para ti, como Kingsguard, como padre. Fue muy feo para mí. No era lo que yo quería”, le dijo a un Jaime que no podía con su alma.
Aunque hace tiempo que la audiencia sabía que Olenna conspiró para matar a Joffrey el día de su boda con Margaery (Natalie Dormer), Cersei siempre culpó a su hermano Tyrion y Sansa (Sophie Turner). Seguro se sorprenderá al saber que su hermano pequeño no tuvo nada que ver.
Sin duda fue una increíble actuación con la que Diana Ring cerró su participación en la aclamada serie y los fans la van a extrañar.