La figura central de 18 episodios que muestran cómo la protagonista pone en juego su propia vida al buscar y después hacer pagar a quienes la empujaron a una infancia desdichada. La que se inicia con cuatro chicas escapando con un bulto bajo la lluvia hasta que llegan a una choza y dejan el bolso que llevaban, subiéndose a una camioneta para salir de ahí.
Donde son claves las actuaciones tanto de Valero como de las cuatro actrices que encarnan a sus supuestas antagonistas, como también la tensión y el suspenso que recorren su narración.
Un embarazo que lo cambió todo
Ramona Castro (Chantal Andere) es la directora del internado donde estudiaban las niñas hasta que una de ellas quedó embarazada y todo cambió. No solo dejaron abandonada a la bebé en esa casa, sino que guardaron el secreto con la complicidad de Ramona.
Pero todo está a punto de cambiar para ellas. Brenda es esa pequeña que dejaron a su suerte y hoy, con dinero gracias a su popularidad en redes sociales, busca vengar su triste infancia haciendo sufrir al cuarteto de amigas.
Para lo que primero, la joven y decidida influencer llega hasta Ramona y la obliga a revelar los nombres de esas jovencitas, obteniendo las identidades de tres de ellas. Así da con la madre y esposa Fernanda (Adriana Louvier); la dueña de una inmobiliaria, Martina (Marimar Vega), y la adeudada escritora Sofía (Litzy).
El peligro acecha a Brenda y su plan
A todas las que se acerca con la ayuda de su representante y amigo Alex (Martín Barba), mientras trata de ocultarles que su intención final es hacer de sus vidas un infierno. Sin embargo, todavía falta dar con el paradero de la mujer que falta, que resulta ser la diputada Irene Bustamante (Kika Edgar), quien sueña con ser presidenta del país.
Con lo que se van juntando las piezas claves de una trama que continuará mostrando cómo Brenda trata de ejecutar su venganza. Pero el plan se irá complicando con el paso de los días, ya que no solo comienza a adentrarse en las rutinas de estas cuatro mujeres, sino que también en su entorno, conociendo los dramas y a las familias detrás de ellas.
Mientras se le revela al espectador un pasaje de la adolescencia de las amigas marcado por un crimen accidental y la integridad de la influencer es puesta en jaque por una figura en las sombras.
Estrategia brillante
Al producir contenido local, la plataforma puede atraer audiencias específicas en todo el mundo que buscan ver historias que reflejen su cultura, idioma y experiencias. Esto aumenta su base de suscriptores al ofrecer contenido que se siente auténtico y relevante para cada mercado, lo que impulsa su expansión global. Además, la producción local les permite sortear barreras culturales y lingüísticas, generando un mayor compromiso y lealtad entre los espectadores en esas regiones.
La estrategia de contenido local ayuda a Netflix a cumplir con las regulaciones y leyes de transmisión de cada país, lo que puede ser un desafío importante en algunos mercados. Al colaborar con talento local y respetar las preferencias y estándares de cada región, Netflix evita conflictos y establece relaciones más sólidas con los reguladores y la audiencia local.
En resumen, esta estrategia permite a Netflix ser verdaderamente global y ofrecer contenido atractivo y diversificado que atrae a audiencias de todo el mundo, reforzando su posición como líder en la industria de la transmisión de contenido.
Cada vez son más habituales los contenidos de esa plataforma que tienen estructura de tránsito intestinal. Bolos alimenticios con forma de serie que recorren su trama-tracto con la despreocupación de un plato rico en fibra. Sexo/vida, ¿Quién es Erin Carter?, Obsesión o Gypsy han pasado por el apartado de “Las 10 series más vistas” de Netflix para luego caer en el olvido.
Pacto de silencio es el equivalente audiovisual de la olestra, ese sustitutivo de las grasas alimentarias que, en teoría, ofrece sabrosidad sin calorías. Promete placer instantáneo al paladar, pero ni engorda ni nutre. Esa es la teoría. La realidad es que es como comer vaselina. Esta serie es como comer brillo de labios. O como laxarse para adelgazar.