La escritora chiapaneca Patricia Fonseca reveló que recientemente fue finalista del Premio Internacional de Cuento organizado por Editorial Etérea.
A través de un mensaje en redes sociales, la autora originaria de Villaflores mencionó: “¡Qué alegría! Es de mi agrado informar que el 2025 me trajo el Premio Internacional de Cuento. Sí, un premio internacional. Mi cuento ‘Esther’ fue seleccionado de entre 412 textos recibidos en el Concurso Internacional de Cuento de Realismo Social, organizado por Editorial Etérea”.
De igual forma, agradeció al jurado y a quienes hicieron posible la creación de este espacio para contar historias con compromiso y corazón. Además, compartió el mensaje con el que le notificaron esta noticia: “Estimada Patricia Fonseca: entre los 412 cuentos recibidos, el tuyo —‘Esther’— fue uno de los que logró conquistar al jurado del Concurso Internacional de Cuento de Realismo Social”. “Sin embargo la deliberación final no fue sencilla, debido a la calidad y sensibilidad de muchas de las propuestas, por lo que el jurado entregó el primer lugar al cuento ‘Doce horas’, escrito por C. Calderón”, detallaron.
“Mientras tanto, respecto a tu cuento, podemos decir que ‘Esther’ es un relato que articula con gran destreza narrativa una tragedia silenciosa: la historia de una mujer indígena desplazada por una catástrofe natural y absorbida por una urbe que no la entiende ni la reconoce”, destacan. “La escritura es sutil y poderosa, con escenas que entrelazan dolor, memoria y dignidad en cada gesto de la protagonista. El tránsito de Esther desde la vida campesina hasta la marginalidad urbana se retrata con precisión y sin concesiones, logrando una crítica profunda a la indiferencia estructural. La jaula que ella construye y se convierte en una metáfora imborrable del encierro social. Un cuento de enorme fuerza simbólica y humana”, refieren.
Más tarde, la escritora dio detalles de cómo gestó esta historia. Señaló que para los que vivieron en Tuxtla entre los años 2006 y 2012 tendrán el recuerdo de que en la esquina de la avenida central y 2ª Oriente existía una jaula de hierro donde vivía una anciana.
Ese personaje llamó la atención de Patricia, por lo que decidió entrevistarla. Sin embargo, el problema fue que no pudieron comunicarse porque la mujer hablaba otra lengua. Ante esta situación, únicamente pudo saber que su nombre era Esther y que no aceptaba comida, sino únicamente dinero por temor a que la envenenaran.
Aquella historia es la misma que hoy la ha convertido en finalista del prestigiado concurso.
