Como Patricio Borghetti ha pasado con más pena que gloria en sus primeros dos meses en Venga la alegría, los productores están pensando en medidas drásticas.
Es que por más “monerías” que el argentino hace al aire, el público no se encariña con él. La producción pensó que como el argentino es galán, simpático y canta bonito, sería un “boom” entre las señoras que ven la emisión, y no fue así.
Así Patricio se deshaga haciendo sus mejores gracias, contando sus mejores chistes o ganando los retos, el público no se engancha con él. Es más, a veces hasta olvida que él es parte del programa, y si no está, no hay diferencia.