Pearl Harbor es una película bélica estadounidense estrenada en 2001 dirigida por Michael Bay, producida por Bay y Jerry Bruckheimer y escrita por Randall Wallace. Está protagonizada por Ben Affleck, Josh Hartnett, Kate Beckinsale, Alec Baldwin, Jon Voight, Cuba Gooding Jr., Dan Aykroyd, Jaime King, Jennifer Garner, Tom Sizemore y Michael Shannon.
Pearl Harbor fue uno de los rodajes más mastodónticos de Bay. En la producción, Bruckheimer no escatimó en nada consiguiendo rodar en Hawaii, un casting de primer nivel por aquel entonces e incluso aviones auténticos de la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, Bay logró que el ejército respaldase totalmente la producción y filmó auténticas explosiones en barcos reales. Además, ILM se encargó de todo el apartado de efectos visuales. Para la empresa de George Lucas este fue un trabajo muy exigente teniendo que recrear una enorme cantidad de aviones digitales en pantalla para una sola película.
Un gran éxito
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el filme alcanzó un presupuesto de 140 millones de dólares. En la taquilla internacional recaudó la enorme cifra de 440 millones. Algunos rumores dicen que Bay quiso estrenar en salas una versión clasificada R, pero se interpuso la Disney (propietaria de Buena Vista Productions) al considerar que estrenar aquella versión habría supuesto un revés comercial.
Finalmente se estrenó un corte PG-13. Eso sí, el director se salió con la suya al conseguir que su edición sin censura saliera al mercado… aunque solo en Estados Unidos y en DVD. La crítica no fue benevolente y las intenciones de Bruckheimer y Bay de acariciar la Academia se fueron al traste. No obstante, consiguieron 4 nominaciones a los Oscars: canción original, mejores efectos visuales, mejor sonido y mejor edición de sonido. Tan solo se consiguió la última estatuilla.
El guión fue obra de Randall Wallace y busca, desde el primer momento, un sabor a película romántica de tono épico e histórico. Creo que hay varios instantes donde esto se nota mucho. Y eso a pesar de que Bay impone varios de sus tics visuales videocliperos y muchos de ellos bastante impactantes (el momento de la bomba en el Arizona es un ejemplo de impacto visual puro y duro). La mezcla influyó también en la desmesurada duración de la película: 180 minutos. Y de todo este metraje unos 40-50 minutos se centran en el famoso bombardeo a Pearl Harbor. Ahí es donde Bay saca todo el caos, destrucción y épica a punta pala.
Fuerza dramática
El verdadero punto fuerte de Pearl Harbor son las titánicas set-pieces que Michael Bay se saca de la manga. Hay que aplaudir la combinación entre efectos visuales (enorme labor de ILM), aviones auténticos (japoneses y americanos) volando de verdad sobre barcos destruidos, explosiones reales y el uso de la música de Hans Zimmer. Este último en el que es uno de sus mejores trabajos como compositor. Todo esto resulta fascinantemente brillante. Un espectáculo caótico pero milimétricamente medido. En esos minutos es cuando la cinta saca toda su fuerza (incluso dramática y escalofriante con los marineros atrapados entre los hierros de los barcos). Una lástima que el resto no esté tan a la altura de este espectáculo visual.
Por el contrario, uno de los mayores pecados del largometraje es su excesiva duración de tres horas. Esto la convierte en la película más larga de Bay. Este punto siempre ha llegado a ser, para los detractores del filme, su verdadero talón de Aquiles. Aquí la excesiva duración juega una mala pasada a la cinta y al propio director. Bay se ve incapaz de mantener el ritmo adecuado a lo largo del gigantesco metraje. Tan es así que es como si hubiera tres filmes en uno: una historia romántica, una película bélica basada en hechos reales y otro filme dedicado al bombardeo de Tokio como respuesta al ataque japonés.












