En una época en que las redes sociales son un constante bombardeo de expectativas y estereotipos, hablar a profundidad acerca del concepto del éxito parece una necesidad urgente, decir que no siempre es fácil, cómodo, rápido, necesario o exacto.

Todos hemos sentido alguna vez que no somos exitosos, al director Erwin Neumaier, por ejemplo, le sucedió cuando “enlataron” su primera película.

“Te destrozan como director porque no estrenaste; te toma 5 años estrenar y otros 20 para hacer una película porque te hace chicharrón el sistema, en este caso Hollywood, pero te puede dar miedo o sentir que has fracasado la primera vez para hacer otra película, pero tienes que seguir”, reconoció en entrevista.

Eso es lo que le sucede a Tomás, el protagonista de la cinta El Ídolo, interpretado por Francisco de la Reguera, quien emprende un nuevo camino justo el día en que siente que ha fracasado: lo despiden de su trabajo y lo deja su novia.

La película que acaba de estrenar en salas de cines llega después de haber sobrevivido a la espera de la pandemia, y con ella el director y el elenco esperan poder generar una reflexión sobre el amor propio.

“Cada personaje vive un proceso de transformación que acaba en descubrirse a sí mismo y lo que para cada uno de ellos implica el éxito y la superficialidad que es desmitificar el éxito y entender la vida, más en una época en la que las redes sociales son una presión por mantener cierta imagen de lo que es la felicidad. Es muy sano decir que no va de opulencia o riqueza, sino que es algo mucho más humano, más del interior”, señaló Francisco de la Reguera.

A pesar del auge que han adquirido las plataformas streaming, Neumaier eligió volver a apostar por lo clásico del cine porque considera que la experiencia es necesaria, sobre todo después de haber estado casi dos años de confinamiento.

“Somos una generación que se hizo para sentirlas (las películas) en cine y no en streaming, aunque muchos están pensando en eso (streaming), pero creo que es diferente estar en casa y ponerle pausa e ir por un refresco, que un cine, donde el ambiente está oscuro y ya estás ahí hasta que se acaba”, indicó.

Victor Weinstock cree que es una bonita coincidencia que esta cinta, que se presentó en el Festival de Cine de Guadalajara en 2018, regrese en una época en la que es necesario reír, pero también analizar. Él interpreta al talentoso Michael Dax, el ídolo de Tomás, a quien conoce el mismo día en que cree estar desahuciado. “Lo que enseña Michel Dax es que el éxito no está en el dinero o en la fama, puedes ser el ídolo de todo el mundo, de los más grandes, pero mientras no tengas el talento y la camaradería para ser generoso y compartirlo, no te sirve de nada”, agregó.

La actriz Claudia Ramírez, por su parte, espera que los jóvenes se alejen de aquello que les exige cumplir con un estereotipo, por salud mental.