Pierde la vida el escritor más libre González de Alba
Luis González de Alba fue preso en Lecumberri tras los acontecimientos en la Plaza de las Tres Culturas, en 1968. Cortesía

“La vida es un cuento narrado por un idiota”, repetía a menudo el narrador, ensayista y divulgador de la ciencia Luis González de Alba (1944-2016), uno de los líderes del movimiento de 1968 que utilizó la literatura para explorar su mayor obsesión: la historia.

Este ensayista que confesaba su deuda con la historia, fue encontrado sin vida al interior de su domicilio en la colonia Arcos Sur de Guadalajara.

Horas después, Héctor Aguilar Camín confirmaría vía Twitter la muerte del autor: “Se ha quitado la vida Luis González de Alba, uno de los hombres más libres de México. El último acto de su salvaje libertad”, con lo cual cerró un ciclo y una deuda con la historia, a 48 años de aquel 2 de octubre de 1968.

Poco antes de fallecer, González de Alba escribió su último tuit donde se lee: “Isla de Poros, Grecia, desde Villa Niki. Yo esperándote en Poros. No me abandones. Salmo de David”.

Lector asiduo de Amos Oz, Orhan Pamuk y Mario Vargas Llosa y autodefinido como un provocador y conocido por el mote de “El Lábaro", fue preso aquella funesta noche del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, como lo recordó a Excélsior Marcelino Perelló: “Él estuvo preso en Lecumberri dos años y medio”.

En una entrevista, González de Alba reconoció que con sus libros y ensayos buscaba un cambio en sus posibles lectores, aunque este no fuera inmediato: “Cada día trato de alcanzar un cambio, incluso en una sección de periódico con 4 mil 200 caracteres… trato de apuntar hacia una izquierda civilizada, y espero que eso llegue”.

Sin embargo, la mitad de su memoria siempre estuvo más inclinada hacia la literatura, al punto en que reveló de dónde procedía aquella frase sobre que la vida es un cuento narrado por un idiota. “Proviene de una frase de Macbeth de William Shakespeare, aunque en realidad es peor todavía porque dice: ‘Podría ser la vida un cuento narrado por un idiota, un cuento sin sentido lleno de furia y ruido… justo como ahora vivimos’”.

La polémica más explosiva que sostuvo González de Alba fue contra Elena Poniatowska (Premio Cervantes, 2013) a quien acusó legalmente, en 1997, por reproducir y modificar distintos párrafos de su libro Los días y los años en La noche de Tlatelolco. Tiempo después González de Alba ganó la demanda y Poniatowska debió corregir al menos 28 párrafos y la obra debió reeditarse. “Elena se negó a corregir y la demandé. No por plagio, pues le había permitido usar el manuscrito de mi crónica que ella sacó de Lecumberri, sino por alteración del contenido. Un tribunal me dio la razón. En 1998 apareció la versión corregida”, explicó